Ecuador refuerza la prevención del acoso laboral: las empresas deben crear entornos seguros y los profesionales formarse en gestión, bienestar y cumplimiento normativo.

En Ecuador, el fenómeno del acoso laboral —entendido como actuaciones reiteradas o incluso aisladas que afectan la dignidad, integridad física, psicológica o sexual de una persona en su ambiente de trabajo— sigue siendo una asignatura pendiente. Se manifiesta tanto en relaciones entre superior-subordinado como en entre compañeros o incluso trabajadores hacia directivos, lo que obliga a que empleadores y empleados reconozcan sus múltiples formas, efectos y responsabilidades.
¿En qué consiste el acoso laboral?
El acoso laboral, también conocido como mobbing, describe conductas de hostigamiento, humillación, aislamiento, asignación de tareas degradantes, entre otras, que se prolongan en el tiempo o son graves incluso de forma aislada.
Las situaciones pueden incluir: burlas sistemáticas en reuniones, exclusión de los espacios de trabajo, mensajes fuera del horario laboral que hostigan, asignación de tareas que no tienen sentido salvo degradar a la persona o reducir sus oportunidades, o incluso el establecimiento de un clima donde la persona teme opinar.
Consecuencias para la persona y la organización
Las víctimas de acoso laboral pueden experimentar ansiedad, depresión, baja autoestima, pérdida de motivación, problemas de salud física vinculados al estrés, deterioro de la calidad de vida y, finalmente, desvinculación laboral o deterioro profesional. Para la empresa u organización, el acoso laboral trae efectos negativos como aumento de rotación del personal, ausentismo, disminución de productividad, deterioro del clima laboral, costes de retrabajo, potencial daño reputacional e incluso sanciones si no se abordan correctamente.
¿Cuál es la normativa que regula o protege frente al acoso laboral en Ecuador?
En Ecuador, desde mayo de 2024 entró en vigencia la Ley Orgánica Reformatoria para la Erradicación de la Violencia y el Acoso en Todas las Modalidades de Trabajo. Esta normativa introdujo importantes reformas al Código del Trabajo, con el objetivo de prevenir, sancionar y erradicar el acoso laboral y la violencia en el entorno laboral.
La ley promueve una construcción colectiva de los procedimientos internos, al involucrar tanto a empleadores como a trabajadores en la creación del procedimiento de quejas y en la formación del comité obrero-patronal, encargado de gestionar estos casos dentro de las organizaciones.
De esta manera, la Ley Orgánica Reformatoria sentó las bases legales para prevenir y sancionar el acoso laboral, mientras que el Acuerdo Ministerial MDT-2025-186 complementa este marco normativo al establecer los mecanismos prácticos y operativos que las organizaciones deben implementar para cumplir con dichas disposiciones.
Conscientes del impacto que la violencia, el acoso y la discriminación ejercen en el trabajo, el Ministerio del Trabajo del Ecuador ha impulsado una norma de prevención de acoso laboral. Por ejemplo, el acuerdo ministerial MDT-2025-186, que entró en vigor el 21 de noviembre de 2025, establece lineamientos para la prevención de la discriminación, violencia y acoso laboral en el sector privado, impulsando la elaboración de protocolos internos obligatorios y la adopción de medidas de bienestar laboral como parte del cumplimiento normativo.
En consecuencia, ya no se trata únicamente de reaccionar tras el daño, sino de establecer una cultura preventiva, con roles y responsabilidades claras para empresas, profesionales de recursos humanos, talento humano y psicología organizacional.
La nueva normativa sobre acoso laboral en Ecuador abre tanto oportunidades como retos para las organizaciones y los profesionales del país:
Oportunidades para las empresas:
- Crear entornos laborales más seguros, saludables y atractivos para el talento.
- Fortalecer su reputación como empleadores responsables.
- Reducir la rotación, mejorar el clima y la productividad.
Exigencias para los profesionales:
- Diseñar y supervisar protocolos internos de prevención y atención del acoso.
- Gestionar riesgos psicosociales y medir su impacto.
- Actuar ante denuncias con enfoque ético y legal.
- Promover una cultura organizacional basada en el respeto y el bienestar.
Transformar el entorno laboral: clave para avanzar
Formarse no es una opción secundaria, sino una necesidad estratégica. Si eres empleado, conocer tus derechos y saber cómo actuar frente al acoso es fundamental. Si eres empleador o responsable de talento humano, asumir que la normativa exige pasos concretos y que el mayor capital de la empresa es su gente. Si eres estudiante o estás en formación continua, este campo profesional se amplía: las organizaciones demandan perfiles capaces de gestionar bienestar, clima laboral, prevención y cumplimiento normativo.
El impacto real puede traducirse en: menor rotación, mayor compromiso de los empleados, mejor reputación como empleador, mayor productividad y organizaciones más sostenibles.








