La ministra de Educación, Alegría Crespo, participó junto a otros especialistas en el último Foro UNIR, centrado en el bienestar emocional de los niños en los centros escolares, y en el que se expusieron estrategias prácticas y experiencias internacionales de éxito.
La Universidad Internacional de La Rioja reunió en su último Foro UNIR a destacados expertos con el objetivo debatir sobre la inteligencia emocional y la creación de entornos seguros en el aula.
El evento, celebrado el pasado 19 de noviembre, contó con la destacada participación de Alegría Crespo, ministra de Educación de Ecuador; Monserrat Creamer, exministra de Educación de Ecuador y miembro del Consejo Asesor de UNIR Ecuador; Claudia Bello Prado, alumna del Máster en Orientación Educativa Familiar de UNIR y especialista en inteligencia emocional; y Daniel Crespo, exviceministro de Educación y CEO de MUYU Education.
Durante el evento, se debatió sobre la importancia de la inteligencia emocional en el ámbito educativo y cómo los entornos seguros pueden influir en el rendimiento académico y el bienestar de los estudiantes.
Habilidades emocionales en las políticas educativas
Alegría Crespo destacó en su intervención la integración de habilidades socioemocionales en las políticas educativas del país. Subrayó que la pandemia ha dejado marcas profundas en los estudiantes, reflejadas en sus miedos y silencios, pero también en su capacidad de resiliencia. Según la ministra de Educación, las escuelas deben transformarse en “refugios donde cada niño y cada joven se sientan escuchados, valorados y comprendidos”.
Crespo explicó que la política educativa de Ecuador no solo se enfoca en lo académico, sino también en el desarrollo emocional de los estudiantes. “Se han integrado 15 habilidades socioemocionales esenciales en el currículo escolar, que incluyen la gestión de emociones, la resolución de conflictos con empatía y la toma de decisiones responsables”, afirmó. Estas habilidades son vistas como herramientas vitales para la vida, más allá de simples conceptos académicos.
Además, la ponente resaltó el papel fundamental de los departamentos de consejería estudiantil en la prevención de riesgos psicosociales y el acompañamiento emocional. Estos departamentos crean espacios de confianza donde los estudiantes pueden ser ellos mismos, permitiendo identificar señales de alerta y actuar a tiempo para priorizar el bienestar integral de los niños y jóvenes. La ministra concluyó afirmando que la educación socioemocional no solo previene la violencia, sino que también transforma vidas, formando ciudadanos responsables y empáticos.
Principales puntos de debate
A lo largo del evento, los especialistas debatieron sobre múltiples cuestiones educativas de actualidad que destacan la importancia de la inteligencia emocional en el bienestar de los más jóvenes:
- Importancia del entorno seguro: Se destacó cómo un entorno seguro y afectivo en las escuelas puede mejorar significativamente el rendimiento académico y el bienestar emocional de los estudiantes. Monserrat Creamer subrayó que un ambiente afectivo y cálido permite que el sistema límbico de los estudiantes reaccione positivamente, mejorando su capacidad de concentración y planificación.
- Desarrollo personal de los docentes: Claudia Bello Prado enfatizó la importancia del autoconocimiento y la gestión emocional de los docentes para poder transmitir estas habilidades a sus alumnos. Destacó que el trabajo personal de los docentes en conocer y gestionar sus propias emociones es fundamental para crear un ambiente de aprendizaje positivo.
- Impacto de la crisis energética y la inseguridad: Daniel Crespo abordó cómo la crisis energética y la inseguridad en Ecuador han afectado a los estudiantes y la importancia de las escuelas como espacios seguros. Explicó que la percepción de seguridad es crucial para el aprendizaje y que las escuelas deben ser los primeros lugares en abrirse y los últimos en cerrarse durante las crisis.
- Experiencias internacionales en inteligencia emocional: Carmen Ávila presentó casos de éxito en la aplicación de la inteligencia emocional en las aulas de países como Reino Unido, Finlandia y Noruega, destacando el programa Mukava en Finlandia, que ha logrado reducir significativamente los problemas de conducta y mejorar el bienestar emocional de los estudiantes.
Compromiso con la formación
El Foro UNIR demostró que la inteligencia emocional tiene un impacto profundo en el ámbito educativo, ofreciendo herramientas para mejorar la eficiencia y la calidad de la enseñanza. La colaboración entre expertos y la formación continua en inteligencia emocional son esenciales para aprovechar al máximo estas estrategias.
La Universidad Internacional de La Rioja está comprometida con la innovación y la formación de profesionales capaces de liderar la transformación educativa, asegurando que los avances en inteligencia emocional se traduzcan en beneficios reales para los estudiantes. En este sentido, Claudia Bello subrayó que “la formación en orientación educativa familiar ha sido crucial para mejorar tanto su práctica profesional como su vida personal“.