Descubre qué es la gerontología social o psicosocial, para qué sirve, su relación con el trabajo social y el papel del gerontólogo social.

Vivimos en un tiempo donde la gerontología social ha dejado de ser una palabra técnica para convertirse en una herramienta esencial que estudia cómo las personas mayores interactúan con su entorno social, con la familia, la comunidad y las instituciones. Esta disciplina analiza las maneras en que estos entornos pueden potenciar o limitar su calidad de vida, dentro de una sociedad cargada de prejuicios.
Revisemos, a continuación, qué es la gerontología social, para qué sirve y cómo se relaciona con el trabajo social en el proceso de construir sociedades más humanas para personas de todas las edades.
¿Qué es la gerontología social?
La gerontología social es una rama que se enfoca en el estudio del envejecimiento desde la perspectiva de la sociedad. Analiza cómo los factores culturales, familiares, económicos y políticos influyen en la calidad de vida de las personas mayores. A diferencia de la geriatría, que se centra en los aspectos médicos, esta disciplina busca comprender las dinámicas sociales que determinan su bienestar.
Asimismo, la gerontología social aplicada posibilita diseñar programas de intervención y políticas públicas orientadas a mejorar las condiciones de vida de la vejez en la sociedad. Los entornos propicios, tanto físicos como sociales, también facilitan que las personas puedan llevar a cabo las actividades que son importantes para ellas, a pesar de la pérdida de facultades. ¹
Comprender qué es la gerontología social implica reconocer que el envejecimiento no es un problema, sino una etapa llena de oportunidades. Esta disciplina nos invita a construir entornos más humanos donde cada persona, sin importar las etapas de la vejez, tenga la oportunidad de aportar, aprender y vivir con plenitud.
¿Para qué sirve la gerontología social?
La gerontología social sirve para comprender, acompañar y transformar la realidad de las personas mayores dentro de su entorno. Su objetivo principal es mejorar la calidad de vida durante la vejez, impulsando políticas y programas que fomenten la participación social, el acceso a servicios y la inclusión comunitaria.²
En el Ecuador, cada vez más municipios implementan proyectos de “ciudades amigables con las personas mayores”, alineados con los principios de la Organización Mundial de la Salud. Entre las funciones de la psicogerontología y la gerontología social se destacan:
- Diagnóstico comunitario: analiza las condiciones de vida, los vínculos sociales y los recursos disponibles para los adultos mayores, identificando riesgos de exclusión.
- Diseño de programas sociales: planifica proyectos orientados a la integración social, el acompañamiento emocional y la promoción de la salud mental.
- Gestión de políticas públicas: colabora con instituciones y gobiernos locales para desarrollar leyes y normativas que garanticen derechos y servicios adecuados.
- Educación y sensibilización: promueve la empatía intergeneracional, la formación ciudadana y la eliminación de prejuicios sobre la vejez.
- Investigación social: genera datos y evidencia científica para mejorar las estrategias de inclusión y participación activa de los mayores.
La gerontología y el trabajo social: una relación clave
La gerontología y el trabajo social comparten el propósito común de acompañar a las personas mayores para que vivan con dignidad, independencia y sentido. Mientras la primera estudia los procesos del envejecimiento desde una mirada global, el trabajo social actúa directamente en el campo, generando vínculos y construyendo redes de apoyo que dan valor a las diferentes etapas de la vejez.
Ambas disciplinas se complementan para ofrecer respuestas humanas ante los retos de la vejez en la sociedad. El profesional del trabajo social usa conocimientos de la gerontología social aplicada a fin de intervenir en comunidades, residencias y programas de apoyo. Entre las competencias esenciales de los gerontólogos sociales se encuentran:
- Empatía activa: comprender las emociones, miedos y deseos de las personas mayores.
- Gestión emocional: acompañar procesos de duelo, soledad o dependencia, potenciando el sentido de propósito y pertenencia.
- Mediación comunitaria: conectar a los adultos mayores con su entorno, resolviendo conflictos familiares o barreras sociales.
- Comunicación asertiva: facilitar el diálogo intergeneracional para fortalecer la convivencia y la cooperación.
- Liderazgo social: impulsar proyectos colectivos que promuevan una cultura de envejecimiento positivo.
El papel del gerontólogo social
Los gerontólogos sociales son profesionales clave en el abordaje del envejecimiento, acompañando y analizando las necesidades de las personas mayores, diseñando estrategias de intervención y coordinando acciones para favorecer su inclusión social. A través de su trabajo, buscan eliminar estigmas, fomentar la autonomía y garantizar que cada individuo viva las diferentes etapas de la vejez con respeto y calidad.
En el Ecuador, los gerontólogos sociales cumplen un rol de cada vez mayor relevancia ante el crecimiento de la población adulta. Según los datos del INEC, el número de personas mayores de 65 años ha aumentado en la última década, exigiendo más profesionales preparados para atender sus necesidades sociales, emocionales y comunitarias.³
Si te interesa formarte para diseñar políticas inclusivas y acompañar procesos de envejecimiento con dignidad, estudiar gerontología online es una excelente decisión.
Referencias bibliográficas:
¹ Envejecimiento y salud. (n.d.). Who.int. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ageing-and-health
² (N.d.). Gob.Sv. https://w5.salud.gob.sv/archivos/pdf/telesalud_2017_presentaciones/presentacion02052017/LA-GERONTOLOGIA-SOCIAL-HISTORIA-CONCEPTOS-APLICACIONES.pdf
³ La población de adultos mayores se triplicará en Ecuador para el año 2050 – Red Latinoamericana de Gerontología. (n.d.). Gerontologia.org. https://www.gerontologia.org/portal/information/showInformation.php?idinfo=5314