Con 1,5 billones de dólares emitidos en bonos verdes a nivel mundial, esta realidad ha redefinido los modelos de negocio de todos los sistemas financieros globales. Expertos del Banco del Austro y de Guayaquil, entre otros, analizarán su impacto en el Ecuador.

La sostenibilidad financiera ya no es una opción, sino una exigencia del mercado. A nivel global, más del 90% de los inversores institucionales integran criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en sus decisiones, y el volumen de bonos verdes emitidos ha superado los 1,5 billones de dólares. En este contexto, las empresas que no adapten sus modelos de negocio corren el riesgo de quedar fuera de los mercados más exigentes.
Ecuador no es ajeno a esta transformación. El Banco del Austro, por ejemplo, ha sido pionero en la emisión de bonos azules en el mercado de valores de Panamá, destinados a financiar proyectos que protegen los océanos y los recursos hídricos. Además, la entidad ha logrado mantener la neutralidad de carbono en sus operaciones mes a mes, consolidando su compromiso con un modelo financiero sostenible.
Con este telón de fondo, el pasado 24 de julio se celebró una nueva edición del Foro UNIR. El evento reunió a destacados expertos del sector financiero y académico para debatir cómo las entidades bancarias están integrando la sostenibilidad en sus operaciones, productos y cultura organizacional. Participaron Patricio Esteban Córdoba Pizarro, vicepresidente de Planeación y Mercados Financieros del Banco del Austro; Jorge David Balladares, gerente de Asuntos Corporativos del Banco de Guayaquil; e Inés García-Pintos Balbás, coordinadora académica del Máster Universitario en Desarrollo Sostenible de UNIR.
Cinco claves del Foro UNIR
- La banca como motor de transformación sostenible: Balladares subrayó que el rol de la banca va más allá de la intermediación financiera: “hoy es un agente de cambio”, aseguró. Desde el Banco de Guayaquil han impulsado productos como el Crédito Terra y bonos verdes para financiar proyectos con impacto ambiental positivo. El gerente financiero afirmó que “un banco no es solo un negocio, es un socio estratégico para el desarrollo productivo del país”.
- Tecnología al servicio de la sostenibilidad: La digitalización no solo mejora la eficiencia operativa, también reduce la huella ambiental. Córdoba explicó cómo el uso de la nube y la automatización de procesos permiten ahorrar costes y recursos: “Ya no hay que invertir en grandes servidores; almacenar en la nube es más barato y sostenible”, señaló, destacando así el valor de la innovación tecnológica en la transición verde.
- Evaluación de riesgos con enfoque ESG: El análisis de riesgos tradicionales ya no es suficiente. Actualmente el Banco de Guayaquil utiliza herramientas como el sistema SARAS para evaluar el impacto ambiental y social de cada operación: “Este tipo de sistemas nos permite evaluar la viabilidad de un proyecto más allá de la colocación de un crédito”, apuntó Balladares.
- Formación especializada para liderar el cambio: Inés García-Pintos Balbás destacó la importancia de formar profesionales capaces de traducir los retos ambientales y sociales en estrategias empresariales. “La sostenibilidad requiere habilidades técnicas, visión corporativa y comprensión transversal del negocio”, explicó.
- Financiamiento innovador para proyectos verdes: Córdoba compartió cómo el Banco del Austro ha desarrollado alianzas con organismos multilaterales para facilitar el acceso a crédito sostenible. “Con Proparco, por ejemplo, cubrimos parte de las garantías para que más pymes accedan a crédito sostenible”, relató.
La sostenibilidad como inversión
Durante la primera fase del foro, Patricio Esteban Córdoba ofreció una visión integral sobre cómo la sostenibilidad puede integrarse en los modelos de negocio para generar valor a largo plazo. Desde el análisis PESTEL hasta la economía circular, el vicepresidente de Planeación y Mercados Financieros del Banco del Austro subrayó que las empresas deben incorporar criterios ESG no solo por responsabilidad, sino por rentabilidad.
El experto explicó que la sostenibilidad permite reducir riesgos, optimizar procesos y acceder a mejores condiciones de financiamiento. Además, destacó que el comportamiento ético y ambiental de las empresas influye directamente en su reputación y en la fidelidad de sus clientes. También abordó el papel de los stakeholders, desde accionistas hasta comunidades locales, y cómo su implicación es clave para el éxito de cualquier estrategia sostenible. “El cuidado del entorno mejora la productividad, reduce costes y abre nuevos mercados. Es una inversión, no un gasto”, cerró.
Riesgos emergentes en el sector financiero
Otro de los temas destacados del foro fue la gestión de riesgos en un entorno volátil como el ecuatoriano. Tanto Córdoba como Balladares coincidieron en que la sostenibilidad no puede desligarse de una correcta evaluación de riesgos, que hoy incluyen factores políticos, reputacionales, climáticos y sociales.
Córdoba alertó sobre la necesidad de cuantificar estos riesgos y entender su impacto en los estados financieros: desde la inestabilidad política hasta los efectos del cambio climático, todos ellos pueden afectar la rentabilidad de una empresa. “Todo riesgo implica un coste, pero hay que entender si es un coste a corto plazo o una inversión a largo plazo”, explicó.
Balladares, por su parte, destacó que el análisis de riesgos ESG permite tomar decisiones más informadas y sostenibles. Además, señaló que el cumplimiento de estándares internacionales, como los Principios de Banca Responsable de la ONU, fortalece la credibilidad y competitividad de las entidades financieras.
Ambos ponentes coincidieron en que la resiliencia del empresario ecuatoriano es clave para adaptarse a estos desafíos. La flexibilidad, la innovación y la formación continua son herramientas esenciales para navegar en un entorno cambiante y construir modelos de negocio sostenibles.
Formación continua
El Foro UNIR dejó claro que la sostenibilidad ya no es una tendencia, sino una exigencia del entorno económico, social y regulatorio. Las empresas que integren estos criterios en su estrategia estarán mejor preparadas para afrontar los desafíos del futuro. Inés García-Pintos lo expresó con claridad: “la sostenibilidad es una disciplina transversal que debe integrarse en todas las áreas del negocio, desde la estrategia hasta la operación diaria”.
La Universidad Internacional de La Rioja, a través de estos encuentros, reafirma su compromiso con la innovación educativa y la formación continua de profesionales capaces de liderar la transformación sostenible en sus sectores.
En un contexto global donde la sostenibilidad se convierte en un factor de competitividad, los datos respaldan esta evolución: según la Comisión Europea, el 42% de las empresas ya integran criterios ESG en sus decisiones estratégicas. Y en América Latina, el mercado de bonos verdes creció un 30% en el último año.
UNIR ofrece programas como el Máster Universitario en Desarrollo Sostenible, diseñado para formar a los líderes del cambio. Esta titulación permite adquirir competencias técnicas, estratégicas y de gobernanza, adaptadas a las necesidades del mercado actual. “Las empresas necesitan profesionales capaces de interpretar el entorno social y ambiental y traducirlo en decisiones estratégicas”, cerró la docente de la universidad.