Ecuador necesita reformas para hacer compatible el arbitraje internacional con la protección del medioambiente y los derechos de las personas. Foro UNIR abordó casos emblemáticos y los desafíos actuales, con la participación de reconocidas personalidades, como la exministra Lorena Tapia, que propuso reformas y apuntó soluciones.

¿Cuál es el papel del arbitraje internacional en la protección de los derechos humanos y el medioambiente en Ecuador? El último Foro UNIR, celebrado el pasado 6 de febrero, se adentró en este tema de suma importancia para el país, en el que renombradas personalidades y expertos debatieron sobre estas cuestiones y aportaron un enfoque particular en las experiencias y desafíos recientes que ha enfrentado Ecuador. Un problema con implicaciones significativas para toda América Latina, donde la intersección entre desarrollo económico y sostenibilidad ambiental es cada vez más crítica.
El Foro UNIR comenzó recordando el resultado del plebiscito de 2024, cuyos resultados sorprendieron a muchos. El 65% de los ecuatorianos votó en contra de reinstaurar el arbitraje internacional, una decisión que se deriva de la controversia en torno al caso de la petrolera Chevron. Este caso ha dejado una huella profunda en el panorama legal y ambiental de Ecuador, y su impacto se siente en la percepción de las inversiones extranjeras en el país. La votación reflejó una postura clara de la ciudadanía, que prioriza la protección del medio ambiente y los derechos humanos sobre la posibilidad de atraer inversiones a través de mecanismos de arbitraje internacional.
La exministra de Ambiente, Lorena Tapia, fue la invitada especial y compartió su experiencia y conocimientos sobre esta cuestión. Tapia destacó que la protección de los derechos humanos y del medio ambiente ha cobrado cada vez más relevancia en el marco del derecho internacional, especialmente en un mundo globalizado donde las responsabilidades de los estados y las empresas trascienden fronteras. Lorena enfatizó que “es fundamental encontrar un equilibrio entre atraer inversiones extranjeras y garantizar la protección de los derechos humanos y del medio ambiente”, un desafío que se vuelve aún más complejo en un país como Ecuador, que es megadiverso y alberga una rica biodiversidad.
Contexto histórico del caso Chevron
Durante su presentación, Lorena abordó el contexto histórico del caso Chevron, que se remonta a la década de 1960, cuando Texaco, que más tarde se convirtió en Chevron, operó en la Amazonía ecuatoriana. Este caso emblemático ha generado un intenso debate sobre la justicia ambiental, la seguridad jurídica para los inversionistas y la soberanía estatal.
La Corte ecuatoriana falló en 2011 a favor de las comunidades afectadas, ordenando a Chevron una indemnización de 9.500 millones de dólares por daños ambientales. Sin embargo, Chevron respondió demandando a Ecuador ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), argumentando que la sentencia ecuatoriana violaba el Tratado Bilateral de Inversión con Estados Unidos. El tribunal internacional falló a favor de Chevron, anulando la sentencia ecuatoriana y dejando sin respuesta los daños ambientales causados.
Este fallo no solo tuvo implicaciones económicas, sino que también planteó serias preocupaciones sobre la soberanía del Estado ecuatoriano y la capacidad de proteger su medio ambiente. Lorena Tapia subrayó que este caso es un claro ejemplo de la necesidad de reformar los mecanismos de arbitraje internacional para incluir salvaguardas ambientales y de derechos humanos. La falta de tales salvaguardas puede llevar a que las inversiones extranjeras se realicen sin considerar el impacto ambiental y social que pueden tener.
El desafío ambiental para el arbitraje internacional
A lo largo de su intervención, Lorena también mencionó la creciente importancia de la responsabilidad social empresarial y cómo los estados y las empresas deben establecer estándares ambientales que respondan a las preocupaciones sobre derechos humanos y sostenibilidad. En este sentido, el cambio climático se presenta como un desafío adicional que afecta el marco del arbitraje internacional. La crisis ambiental global ha generado un cambio de paradigma legal, donde tanto los Estados como las empresas tienen responsabilidades en materia de derechos humanos y medio ambiente, ya sea por acción u omisión.
Uno de los puntos más destacados de la presentación fue la necesidad de equilibrar la atracción de inversiones con la protección del medio ambiente y los derechos humanos. Lorena planteó que “el arbitraje internacional, como mecanismo para resolver disputas, debe buscar atraer inversiones, pero también preservar la soberanía y la capacidad regulatoria del Estado. Este equilibrio es esencial para garantizar que las regulaciones ambientales no sean vistas como un obstáculo para la inversión, sino como una parte integral de un desarrollo sostenible”, dijo.
Es fundamental encontrar un equilibrio entre atraer inversiones y proteger los derechos humanos y el medio ambiente, especialmente en un país megadiverso como Ecuador, afirmó Lorena Tapia.
Al finalizar su presentación, Lorena propuso varias soluciones para abordar estos desafíos. Una de las propuestas más interesantes fue “la creación de tribunales especializados en arbitraje ambiental, que podrían manejar disputas relacionadas con derechos humanos y medio ambiente de manera más efectiva. Esto permitiría que los casos se traten con la atención y el conocimiento que requieren, asegurando que las decisiones sean justas y equitativas”.
Después de la presentación de Lorena, Foro UNIR abrió un espacio para preguntas y comentarios de la audiencia. La participación fue activa, y se plantearon diversas inquietudes sobre el impacto del plebiscito en las decisiones de inversión en Ecuador. Una de las preguntas más relevantes fue si, a pesar del rechazo del 65% de la población al arbitraje internacional, las inversiones extranjeras seguían fluyendo en el país. Lorena respondió que, “aunque aún no se ha visto un impacto claro del referéndum, la situación económica global y la percepción internacional sobre Ecuador juegan un papel crucial en la llegada de inversiones”.
Además, se discutió la disyuntiva que enfrentan los gobiernos en América Latina entre la necesidad de atraer inversiones y la responsabilidad de proteger el medio ambiente. Lorena enfatizó que “es posible equilibrar ambos aspectos, siempre y cuando se incorpore el componente ambiental en la planificación del desarrollo del país. Esto implica que las decisiones sobre actividades extractivas, como la minería y el petróleo, deben hacerse de manera responsable y con un enfoque en la sostenibilidad”, afirmó.
Alternativas económicas para Ecuador
La conversación también abordó la necesidad de explorar alternativas económicas que no dependan de actividades extractivistas. Lorena sugirió que “Ecuador podría beneficiarse de una transición hacia fuentes de energía limpias y de aprovechar su biodiversidad como un recurso estratégico para generar ingresos”. Esto requeriría un enfoque planificado y colaborativo entre el Gobierno y la sociedad civil para garantizar que se respeten tanto la voluntad popular como la protección de los recursos naturales.
“Es necesaria la creación de un marco legal que garantice la seguridad jurídica es esencial para fomentar la inversión, sin comprometer la protección ambiental y los derechos de las comunidades”, comentó Estuardo Salvador.
Finalmente, se sumaron a la mesa de debate Estuardo Salvador, director principal del Colegio de Abogados de Pichincha, y Yaisa Córdoba Zavala, directora ejecutiva del Máster en Derecho Ambiental de UNIR. Ambos invitados aportaron sus perspectivas sobre la importancia de establecer marcos legales que protejan tanto las inversiones como el medio ambiente, y coincidieron en que el futuro del arbitraje internacional debe enfocarse en crear un modelo que sea equitativo y sostenible.
Tener en cuenta a las comunidades afectadas
Estuardo Salvador habló sobre la importancia de la consulta previa, libre e informada a las comunidades indígenas y locales antes de la implementación de proyectos de inversión. Según Salvador, “la consulta previa es fundamental para garantizar que las comunidades afectadas tengan voz en las decisiones que impactan sus territorios y sus vidas”.
Gina Gómez de la Torre, doctora en Jurisprudencia y Abogada de los Tribunales de la República, reflexionó sobre la necesidad de un enfoque integral en la regulación de las inversiones extranjeras, señalando que la protección del medio ambiente y los derechos humanos no deben ser considerados como obstáculos para el desarrollo económico, sino como elementos fundamentales para garantizar un crecimiento sostenible. “Es vital que los tratados de inversión incluyan cláusulas que obliguen a las empresas a respetar estándares ambientales y de derechos humanos, lo que no solo beneficiaría a las comunidades locales, sino que también generaría confianza en los inversionistas al asegurar un marco legal claro y justo”. Además, mencionó la importancia de la cooperación internacional para fortalecer estas regulaciones y promover un desarrollo que sea verdaderamente sostenible y equitativo.
Por su parte, Tamara Martínez Soto, coordinadora académica y directora ejecutiva del Máster Universitario en Arbitraje Internacional de UNIR, destacó la importancia de la participación de las comunidades en la toma de decisiones sobre proyectos que afectan su entorno. Y subrayó que “la inclusión de las voces locales es fundamental para garantizar que las inversiones no solo sean rentables, sino también sostenibles y respetuosas con los derechos humanos y el medio ambiente”. La docente de UNIR puso de relieve la necesidad de crear mecanismos que permitan a las comunidades expresar sus preocupaciones y participar activamente en el proceso de toma de decisiones.
Angie Janeiro Espinosa, alumni de UNIR, aportó su experiencia formativa en la universidad: “La maestría en Derecho Ambiental me ha permitido ser consciente de las problemáticas medioambientales en Ecuador y aplicar soluciones basadas en la legislación europea y española”, destacó antes de dar una perspectiva sobre la necesidad de un marco legal más robusto que proteja los derechos de las comunidades afectadas por actividades extractivas. También hizo hincapié en que “las leyes actuales a menudo no son suficientes para salvaguardar los intereses de las poblaciones vulnerables”, dijo. También mencionó la importancia de la educación y la concienciación sobre los derechos ambientales, para empoderar a las comunidades y permitirles defender sus derechos de manera efectiva.
“Es vital que los tratados de inversión incluyan cláusulas que obliguen a las empresas a respetar estándares ambientales y de derechos humanos, para generar confianza en los inversionistas al asegurar un marco legal claro y justo”, destacó Gina Gómez de la Torre.
Este episodio ha sido una oportunidad valiosa para reflexionar sobre los desafíos que afronta Ecuador en la intersección del desarrollo económico, la protección del medio ambiente y los derechos humanos. La discusión sobre el arbitraje internacional y su papel en este contexto es crucial, y los participantes en el Foro UNIR coincidieron en destacar que esperan que estas reflexiones y propuestas sirvan como un llamado a la acción para todos los involucrados en la búsqueda de un futuro más sostenible y justo para Ecuador y la región.
Jorge Heili, director de Foro UNIR, agradeció la participación a los invitados y a todos los que se conectaron al evento y animó a seguir reflexionando sobre estos temas tan relevantes. “La protección del medio ambiente y los derechos humanos no son solo responsabilidades de los gobiernos, sino de toda la sociedad. Juntos, podemos trabajar hacia un futuro donde el desarrollo económico y la sostenibilidad vayan de la mano”, concluyó.
Puntos claves del foro
- Resultados del plebiscito de 2024: El 65% de los ecuatorianos votó en contra de reinstaurar el arbitraje internacional, una decisión inesperada para el gobierno. Este resultado refleja la preocupación de la ciudadanía sobre la relación entre el arbitraje y la protección del medio ambiente.
- Impacto del caso Chevron: El caso Chevron ha sido emblemático en Ecuador, generando un intenso debate sobre justicia ambiental y seguridad jurídica. Este litigio ha dejado un precedente que afecta la percepción de las inversiones extranjeras y la soberanía del país.
- Equilibrio entre inversión y protección ambiental: Es necesario encontrar un balance entre atraer inversiones y proteger los derechos humanos y el medio ambiente. Este equilibrio es crucial para garantizar un desarrollo sostenible que no comprometa los recursos naturales del país.
- Reformas necesarias en el arbitraje internacional: Se planteó la urgencia de reformar los mecanismos de arbitraje internacional para incluir salvaguardas ambientales y de derechos humanos. Estas reformas son esenciales para asegurar que las inversiones no perjudiquen la soberanía estatal ni el bienestar ambiental.
- Propuesta de tribunales especializados: Se sugirió la creación de tribunales especializados en arbitraje ambiental. Esta medida permitiría abordar de manera más efectiva las disputas relacionadas con el medio ambiente y los derechos humanos, garantizando una justicia más equitativa y adecuada a las necesidades actuales.
- Desafíos para el Ecuador: El rechazo al arbitraje internacional podría generar incertidumbre jurídica y afectar el flujo de inversiones. Sin embargo, Lorena enfatizó que esta situación también puede ser vista como una oportunidad para fortalecer la justicia nacional y mejorar los mecanismos de mediación.
- Importancia de la participación comunitaria: Se destacó la necesidad de involucrar a las comunidades y organizaciones en la toma de decisiones sobre inversiones. La participación activa de la sociedad civil es fundamental para garantizar que se respeten los derechos humanos y se proteja el medio ambiente en Ecuador.