¿Alguna vez has sentido que ciertos recuerdos del pasado siguen afectando tu presente?

Estas reacciones pueden ser señales de estrés postraumático, el cual, si bien puede ser originado por experiencias extremas como guerras o desastres naturales, también podría surgir tras eventos como la pérdida de un ser querido, un accidente o un trauma de abandono emocional durante la infancia.
Reconocer los síntomas del estrés postraumático es vital para lograr un proceso de recuperación. Formarte en técnicas terapéuticas como psicólogo o psiquiatra con el Curso EMDR, ofrecido por UNIR, te posibilita ayudar de manera eficaz a tus pacientes aplicando un tratamiento respaldado por la ciencia. Revisemos qué es el estrés postraumático, sus causas, tipos, síntomas y los diversos tratamientos disponibles.
¿Qué es el Estrés Postraumático?
El TEPT (acrónimo de trastorno del estrés postraumático) es una condición de salud mental que puede desarrollarse después de experimentar o presenciar un evento traumático. Esta alteración podría afectar a cualquier persona, independientemente de su edad o antecedentes, manifestándose a través de una variedad de síntomas que interfieren en su vida diaria.
La afección puede surgir después de diversos tipos de experiencias traumáticas, incluyendo accidentes graves, desastres naturales, situaciones de violencia, agresiones físicas o sexuales. Igualmente, eventos como el trauma emocional infantil o el trauma de abandono emocional pueden tener un impacto duradero en la salud mental de una persona. (1)
Comprender qué es el estrés postraumático es el primer paso para reconocer los síntomas y buscar el tratamiento adecuado. Con el apoyo correcto, es posible superar los efectos del trauma y recuperar el bienestar emocional.
Tipos y causas de estrés postraumático
Esta condición puede manifestarse de diversas formas, dependiendo de la naturaleza del trauma y de las características individuales de cada persona. Entre los principales tipos de estrés postraumático tenemos:
TEPT agudo: se desarrolla dentro del primer mes después del evento traumático. Los síntomas del estrés postraumático pueden ser intensos, pero suelen disminuir con el tiempo y el apoyo adecuado.
TEPT crónico: cuando los síntomas persisten durante más de tres meses, se considera crónico. Puede requerir intervenciones terapéuticas prolongadas.
TEPT complejo: resulta de exposiciones repetidas o prolongadas a eventos traumáticos, como abuso infantil o violencia doméstica.
El trastorno puede desencadenarse por una amplia gama de eventos traumáticos que sobrepasan la capacidad del individuo para afrontarlos. Entre las causas más comunes se encuentran las experiencias de violencia, como agresiones físicas o sexuales, maltrato doméstico o asaltos, que generan un alto impacto psicológico y emocional. Otra causa frecuente es la pérdida repentina de un ser querido.
Adicionalmente, el trauma emocional infantil y el trauma de abandono emocional constituyen factores de riesgo significativos. Los niños expuestos al abuso físico, psicológico o negligencia afectiva desarrollan patrones de apego disfuncionales y una mayor vulnerabilidad al efecto postraumático en la vida adulta.
Síntomas del Estrés Postraumático: ¿Cómo reconocerlo?
Los síntomas del estrés postraumático pueden manifestarse de múltiples maneras y afectar significativamente la vida diaria de quien lo padece. Suelen agruparse principalmente en cuatro categorías.
Reexperimentación del evento traumático
Las personas con este trastorno a menudo reviven el evento traumático de manera involuntaria y angustiante. Eso puede incluir recuerdos intrusivos, pesadillas recurrentes o flashback, donde sienten como si el suceso estuviera ocurriendo nuevamente.
Evasión de recordatorios del trauma
La evasión es una estrategia común para manejar el trauma emocional. El paciente puede evitar lugares, personas, actividades o pensamientos que le recuerden el evento traumático. Esa conducta podría llevar al aislamiento social y a la pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras.
Alteraciones negativas en el pensamiento y el estado de ánimo
El trastorno del estrés postraumático puede provocar pensamientos negativos persistentes sobre uno mismo, los demás o el mundo en general. Las personas pueden experimentar sentimientos de culpa, vergüenza o desesperanza.
Cambios en la reactividad
Los individuos con estos síntomas pueden estar en un estado constante de alerta, conocido como hipervigilancia. Esto incluye sobresaltarse fácilmente, sufrir irritabilidad, dificultad para dormir y problemas de concentración. Esos síntomas podrían interferir con la capacidad para llevar una vida normal y afectar las relaciones personales y profesionales.
Diagnóstico del Estrés Postraumático: ¿Cómo se identifica?
El diagnóstico requiere una evaluación clínica exhaustiva realizada por profesionales de la salud mental. El primer paso suele ser una entrevista en la que se investigan los antecedentes del paciente, incluyendo la exposición a eventos traumáticos y los indicios presentes. Es relevante que estos síntomas del estrés postraumático hayan persistido durante más de un mes e interfieran considerablemente en la vida cotidiana.
Asimismo, se analiza si existen alteraciones perjudiciales en el pensamiento y el estado de ánimo, como creencias negativas persistentes, sentimientos de desapego y dificultad para sentir emociones positivas. La evaluación de estos criterios posibilita identificar correctamente la presencia del trastorno y definir la terapia para el estrés postraumático más adecuada. (2)
Tratamientos y terapias para el estrés postraumático
Superar esta condición es posible gracias a diversas terapias respaldadas por la evidencia científica. El tratamiento adecuado de la ansiedad y estrés postraumático puede marcar una diferencia significativa en el bienestar emocional y la calidad de vida del paciente. Una alternativa es la terapia de exposición prolongada, que implica enfrentar gradualmente los recuerdos y situaciones relacionadas al incidente en un entorno seguro.
La terapia de conversación o psicoterapia ayuda a identificar y modificar patrones de pensamiento negativos vinculados al trauma, promoviendo una interpretación más saludable de las experiencias vividas. La terapia de liberación emocional ayuda a liberar emociones reprimidas. En algunos casos, el tratamiento farmacológico puede ser necesario a fin de aliviar los síntomas asociados al efecto postraumático.
La terapia EMDR (acrónimo de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) ha ganado reconocimiento por su eficacia en el tratamiento de esa afección. Esta técnica utiliza movimientos oculares guiados para ayudar a procesar y desensibilizar recuerdos traumáticos, facilitando una recuperación emocional más rápida y duradera.
Formarte en técnicas terapéuticas efectivas como las que ofrece el curso EMDR, ofrecido por UNIR y reconocido por la SENESCYT, puede abrirte la puerta a una nueva perspectiva profesional, aplicando una técnica validada científicamente, marcando una diferencia real en la vida de tus pacientes.
Referencias:
(1) Trastorno por estrés postraumático. (n.d.). National Institute of Mental Health (NIMH). https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/trastorno-por-estres-postraumatico
(2) Trastorno por estrés postraumático. (n.d.-b). Mayoclinic.org. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/post-traumatic-stress-disorder/diagnosis-treatment/drc-20355973