Durante dos días, más de 500 personas han asistido a las ponencias y mesas redondas en las que una treintena de expertos han expuesto sus opiniones sobre el estado de la enseñanza en América Latina y los retos a abordar.
La educación superior en Latinoamérica ha evolucionado de forma notoria en los últimos años. Pero la cooperación universitaria se hace imprescindible para continuar en esta senda y, además, mejorar la calidad . Especialmente a la hora de potenciar puntales prioritarios para cualquier universidad como la investigación y producción científica, el fomento del intercambio de estudiantes y profesores, el impulso a los doctorados y el refuerzo del conocimiento sobre cómo la enseñanza online contribuye a eliminar barreras educativas y desigualdades sociales. Esta es la principal conclusión que se extrae del Congreso Internacional de Educación Superior de Calidad en el Espacio Latinoamericano que durante los días 8 y 9 de marzo se ha celebrado en Ecuador.
El evento, que ha organizado UNIR en colaboración con la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE), ha congregado a más de medio millar de asistentes que durante dos días han asistido a diversas ponencias, conferencias y mesas redondas. En ellas, una treintena de ponentes nacionales e internacionales han debatido sobre los retos y necesidades que la globalización requiere abordar para avanzar y conseguir una excelencia académica que permita a las universidades de habla hispana obtener un mayor peso mundial.
“Un congreso como el ESCEL aporta principalmente dos cosas. En primer lugar, escuchamos las experiencias de distintas universidades que han puesto en práctica medidas y políticas tendentes a mejorar su calidad docente y su actividad investigadora. Y, en segundo lugar, actúa como lugar de encuentro para crear redes entre las universidades de Iberoamérica”, ha presentado José María Vázquez García-Peñuela, rector de UNIR. Entre esas experiencias no han faltado, precisamente, las de la Universidad Internacional de La Rioja que, en la Fundación Guayasamín (sede del Congreso) ha compartido su saber hacer en la educación superior de calidad a través de la metodología online.
Porque precisamente el uso de las nuevas tecnologías y la innovación educativa forman parte de las herramientas que las universidades deben trabajar para resultar competitivas en el mundo actual. Así lo ha reconocido el rector de la ESPE, Ramiro Pazmiño, antes de añadir otros requisitos importantes como la planificación estratégica visionaria, la reducción de la brecha digital, el fomento de la movilidad académica y la excelencia de los doctorados. “En la búsqueda de incrementar el nivel de docencia e investigación, las universidades deben desarrollar un plan estratégico que contemple parámetros de excelencia e investigación”, ha advertido.
También el capital humano tiene gran relevancia a la hora de que las universidades puedan favorecer la cohesión e integración social, el crecimiento económico y el fortalecimiento institucional para una mejor gobernanza democrática de las sociedades. “Hay un despertar educativo en Ecuador de primer nivel y tienen una necesidad de desarrollo universitario muy potente con una situación demográfica de gran población juvenil, lo que permite cimentar un desarrollo futuro muy potente en el que universidades con contenidos online como UNIR pueden aportar un gran salto cualitativo”, ha valorado el consejero de Educación, Formación y Empleo de La Rioja, Alberto Galiana, que viajó a Ecuador para la ocasión.
Los trece años de experiencia y trato con las instituciones educativas de América Latina convierten a Jaume Pagés en todo un experto para aportar una visión de conjunto sobre la realidad educativa de la región. La globalización, la masificación y las demandas creciente de los estudiantes “han desbordado las previsiones iniciales y la educación pública no da abasto para cubrir las necesidades”, ha desglosado. El consejero de Universia reconoce que la dificultad de financiación “exige esfuerzos superiores a las administraciones, a las personas que demandan educación superior y a las instituciones que hacen esfuerzos para captar recursos de forma transparente, eficaz y eficiente”.
No obstante, valora el “esfuerzo extraordinario de los últimos años de Ecuador”, aboga por la colaboración no solo de instituciones de educación superior sino también de “muchos otros agentes sociales” y se muestra convencido de que la educación online “está jugando, y seguirá haciéndolo, un papel muy relevante para atender la demanda creciente de educación superior”.
En la misma línea se manifiesta Nelson Federico Mora, responsable del programa Becal de Paraguay. “La educación superior en América Latina está pasando por una transición y hoy, el gran desafío es, sin duda, la calidad. Para Ecuador y los demás países de América Latina es importante salir de esta visión tradicional del aula, no quedarnos enfrascados y perdernos el carro de las nuevas tendencias que van a ser las opciones del futuro”.
Para Vicente Véliz, rector de la Universidad Técnica de Manabí, la calidad supone “responder a las necesidades de la sociedad a la que se sirve con la más alta de las formaciones y preparación” y reconoce ventajas de la educación virtual “como la ubicuidad y las facilidades que permiten superar barreras de distancia y tiempo”. Aún así, y pese a los avances, advierte de que América Latina necesita todavía de “una mayor penetración en Internet y telecomunicaciones” para que todas las familias tengan posibilidad de acceso a ellas.
Por su parte, el responsable de la división de Evaluación de Enseñanzas e Instituciones de la ANECA, Miguel Ángel Sastre, ha desgranado los sellos internacionales de calidad y su relevancia a la hora de garantizar y hacer visible la calidad de los programas de Grado, Postgrado y Doctorado de las instituciones de educación superior a nivel internacional. Además, Sastre ha abierto la posibilidad de instaurar un programa de Erasmus latinoamericano que, a semejanza del europeo, acerque culturalmente a los pueblos y facilite su integración. “Ya existen lazos históricos de colaboración entre las universidades latinas y españolas pero aún se puede profundizar más y estrechar vínculos, por ejemplo, en investigación”, ha aseverado.
Es en esa área y en la de doctorado donde el consejero del Consejo de Educación Superior (CES) de Ecuador, Enrique Santos, considera que hay más posibilidades de utilizar “entornos virtuales y medios en línea para tutorías, coordinación de investigación, creación de foros, entornos y aulas virtuales donde puede haber una interacción con características académicas muy potentes”.
Además, defiende que, si el Estado ecuatoriano “incentiva la formación en línea, tiene un efecto de retroalimentación para que el país trate de darse un mayor nivel de conectividad”. También se ha mostrado gratamente sorprendido por el hecho de que las universidades públicas ecuatorianas “que hasta ahora no han sabido aprovechar estas plataformas” en este congreso “son precisamente ellas uno de los agentes más preocupados por incorporarse a este proceso y un claro ejemplo es la ESPE”.
Otras de las temáticas, entre muchas más, abordadas en este congreso han sido el desarrollo de competencias digitales de los profesores que reclama el Vicedecano de Innovación y Desarrollo Educativo de UNIR, Javier Tourón, la importancia de crear centros de investigación para proyectos de Postgrado que recomienda el rector de la Universidad Técnica de Ambato (UTA), Galo Naranjo-López, los modelos de evaluación docente y de acreditación del profesorado que desglosara el rector de la Universidad Técnica del Norte, Marcelo Cevallos, la formación de los docentes para hacer una enseñanza de calidad promulgada por la coordinadora de Diseño Instruccional de la Universidad San Fransciso de Quito (USFQ), María Dolores Idrovo o la idoneidad de los recursos abiertos como espacio de oportunidad y estrategia desarrollados por la profesora titular de la Escuela Politécnica Nacional de Quito, Rosa Navarrete.
Una cita que se salda con un balance exitoso y en la que el propio embajador de España en Ecuador, D. Carlos Abella y de Arístegui, ha destacado durante la clausura “lo mucho que las universidades españolas tienen para ofrecer” y el “creciente interés de los estudiantes ecuatorianos, que representan el 10% del total de estudiantes extranjeros, por continuar su formación académica en nuestro país”.