Entre las cuestiones que estudia la psicología se encuentran el análisis de la conducta de individuos, así como de los procesos mentales, desde una dimensión cognitiva, afectiva y conductual para aplicar en ámbitos sociales, clínicos o educativos.
El término psicología se usa mucho actualmente, pero sigue siendo un concepto del que se tiene un conocimiento muy vago y poco preciso. Es necesario por ello conocer y aclarar con precisión qué estudia la psicología.
Las claves de la psicología
Del griego psico (alma o actividad mental) y logía (estudio), la psicología es la ciencia que estudia la conducta de individuos y grupos, así como los procesos mentales —desde las dimensiones cognitiva, afectiva y conductual— con la finalidad de entender y atender las afecciones y condiciones de la mente humana.
Atendiendo a una división básica, por ser una ciencia bastante amplia, se puede dividir en dos principales vertientes:
- Psicología básica. Su función es generar nuevos conocimientos en base a lo que los individuos piensan, sienten, descubren y también cómo se comunican y desenvuelven.
- Psicología aplicada. Tiene como objetivo estudiar la utilidad de la psicología y cómo se pueden solucionar problemas a través de la aplicación de los conocimientos aportados por la psicología básica. Algunas ramas de esta son la psicología clínica, social, infantil, educativa y la organizacional.
Objeto de estudio en la actualidad de la psicología
Si bien puede tener muchas aplicaciones, el objeto central de estudio de la psicología es el comportamiento de los seres humanos. Siempre teniendo en cuenta, eso sí, aspectos que pueden afectar a la conducta del individuo como pensamientos, sentimientos, o cualquier otro estímulo que determine la personalidad y la forma en la que se percibe el mundo (alegrías, disgustos, noticias…).
Además, otro objeto de estudio de la psicología son las patologías, anormalidades y problemas relacionados con la mente y la conducta, por medio de las que se busca comprender su funcionamiento y la resolución de dichos problemas.
Aplicaciones de la psicología
A pesar de comúnmente asociarse al ámbito clínico, la psicología es una disciplina académica, una ciencia y una profesión cuya aplicación es extensible a innumerables campos de la vida cotidiana. Es por esto que es útil comprender las principales áreas donde se aplica:
Psicología educativa
Estudia, anticipa y propone mejoras en los procesos de enseñanza-aprendizaje, buscando obtener un mejor rendimiento académico para los estudiantes y optimizando los métodos de enseñanza. Para desempeñarse en este campo es imprescindible adquirir conocimientos a nivel teórico, técnico y procedimental como los que aporta la maestría en Psicología Infantil y Juvenil de UNIR Ecuador, que permite actuar en el ámbito de la psicología en niños y adolescentes.
Psicología social
Usa la psicología para estudiar el comportamiento de las masas y grupos sociales, haciendo énfasis en sus tradiciones y estilo de vida.
Psicología clínica
Enfocada en el estudio, prevención y tratamiento de las conductas disfuncionales y trastornos conductuales para aplicar tratamientos que mejoren y prevengan las conductas que se alejan de la normalidad. Estudios como la maestría en Neuropsicología Clínica incluyen casos simulados con pacientes en evaluación e intervención neuropsicológica, lo que posibilita al estudiante tener un acercamiento real al problema.
Psicología organizacional
Estudia aspectos laborales dentro de las organizaciones. Ayuda en la gestión e incorporación de nuevos empleados, la optimización del desempeño y rendimiento de los trabajadores para obtener una mayor productividad y satisfacción. Se emplea mucho actualmente en marketing para predecir acciones en base al comportamiento de los consumidores.
Junto a estas disciplinas ya fuertemente consolidadas han surgido otros ámbitos de aplicación como la psicología comunitaria, preventiva, deportiva, militar y judicial.
Una disciplina con gran futuro laboral
La psicología ofrece muchas posibilidades, tanto para los que se benefician de ella a nivel personal como para los profesionales que pueden desempeñarse en diversos campos de acción. Esta profesión crece a la par que lo hacen las necesidades de la población moderna.
En este sentido, tal y como recoge el último Registro Estadístico de Recursos y Actividades de Salud (RAS) realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) de Ecuador, a diferencia de lo que sucede con los médicos “tradicionales”, existe una carencia de psicólogos. Cada 10.000 habitantes hay un promedio de 23,4 médicos, y de solo 0,93 psicólogos.
Ante estos datos, queda claro que este campo requiere un refuerzo en el número de profesionales que la desempeñan, abriendo un sinnúmero de posibilidades que van de la mano con otras áreas de conocimiento o desarrollo profesional como la medicina, la sociología, los recursos humanos, la educación y la tecnología.
¿Qué estudiar para trabajar en psicología?
Si bien la carrera de psicología es necesaria para convertirse en un profesional en dicha rama, para acceder a puestos de trabajo más especializados —y, por lo tanto, mejor pagados— es fundamental contar con una maestría que permita orientarse hacia alguna de las ramas más populares como son las áreas clínicas, sociales, organizacionales o la neuropsicología.
Para destacar, conviene acceder a estudios de maestría de calidad que cuenten con docentes de prestigio como los de UNIR Ecuador, que además añade la ventaja de poder realizarlos de forma totalmente online.
La Maestría en Psicoterapia es un título de esta institución, verificado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), que permite atender e identificar trastornos aplicando terapias de tercera generación con una formación con casos clínicos simulados y la posibilidad de desarrollar las prácticas clínicas en centros especializados en España.
Si se busca contribuir al bienestar de la población mediante el estudio del funcionamiento de la mente humana y de sus conductas, no se debe perder la oportunidad de hacerlo a través de estudios adaptados a las exigencias de la sociedad que, además, sirven para tener un futuro prometedor.