Verónica Cando participó en el evento académico sobre "Brecha Digital e Inclusión Social", al que asistieron los estudiantes del Máster en Intervención Social en las Sociedades del Conocimiento de la Universidad Internacional de La Rioja.
La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) organizó una clase sobre “Brecha Digital e Inclusión Social” dirigida a los alumnos del Máster Universitario en Intervención Social en las Sociedades del Conocimiento. En el evento académico participó la viceministra de Inclusión Social del Ecuador, Verónica Cando.
El objetivo principal fue que los alumnos del posgrado tanto de Ecuador como de otras partes del mundo conozcan de cerca cómo la ejecución de políticas públicas de inclusión, adaptadas a la era de la digitalización, contribuyen a la superación de la brecha digital y de desigualdad en un país.
“Para la UNIR es importante que una autoridad de una institución como el MIES tenga su presentación en estas sesiones académicas, pues es un valor añadido del Máster y permite analizar el contexto ecuatoriano en materia de proyectos sociales”, destacó Mar Rodríguez Brioso, Coordinadora del Máster en Intervención Social en las Sociedades del Conocimiento de UNIR y organizadora del evento.
Por su parte, Verónica Cando, viceministra del MIES, agradeció la invitación y señaló la trascendencia que tiene tratar temas relacionados a la transformación digital en los servicios de inclusión social, sobre todo, después de haber atravesado una pandemia mundial.
El COVID -19 develó la brecha digital y de desigualdad en Ecuador
Durante la pandemia miles de niños de sectores vulnerables se quedaron sin acceso a la educación. La carencia de teléfonos inteligentes, Internet y el alto nivel de desconocimiento de las nuevas tecnologías por parte de sus padres les impidieron continuar con su formación.
“Debido a este escenario, desde el Ministerio de Inclusión Social se activaron campañas para dotar de conectividad y acceso a internet a miles de hogares ecuatorianos del sector rural. Pues para disminuir la brecha digital no basta con que una empresa coloque su antena en lugares alejados a la ciudad, se debe procurar que existan tarifas sociales para el acceso al internet”, enfatizó la viceministra.
La segunda a bordo del MIES, agregó que actualmente se encuentran impulsando junto a la banca pública y privada, créditos para la compra de dispositivos electrónicos. Además, señaló que el MIES ha contratado personal técnico para que esté en territorio capacitando sobre el uso de las TIC´s (tecnologías de la información y de la comunicación) en los hogares más vulnerables.
El reto de pasar del papel a lo digital
La viceministra aprovechó la sesión para contar sobre una nueva iniciativa que lanzó el Ministerio. Se trata de un sistema integrado de reconocimiento facial (SIRFA). Hasta hace poco los trabajadores sociales del MIES visitaban familias vulnerables con el fin de brindarles atención, y para corroborar que estuvieron ahí, hacían que los integrantes de las familias firmen una hoja. Esto impedía llevar un registro ordenado y, además, era susceptible de ser alterado.
Por lo que desarrollaron un software libre con funcionamiento offline que permite el reconocimiento facial de las personas que son atendidas por el MIES. De esta manera se puede tener la certeza de que la ayuda está llegando. “Es un sistema innovador al cual hemos dotado de seguridad para evitar que los datos de estas personas sean vulnerados”, detalló Verónica Cando.
La gobernanza de datos determina si un proyecto social está funcionando
Los servicios sociales de un país están llamados a atender a la población vulnerable desde sus primeros días de nacimiento y a lo largo de su vida. Por lo que resulta fundamental que las instituciones de un Estado que brindan esta ayuda tengan centralizada toda la información de forma digital.
“Un niño de 1 a 3 años en situación de vulnerabilidad es atendido por una institución en específico, pero cuando este niño cumple los 4 años e ingresa al sistema de educación es otra institución la que se ocupa de él. Antes ocurría que no se podía monitorear todos los programas de ayuda que recibía cada persona, pues la información estaba dispersa, lo que dificultaba analizar si los proyectos estaban siendo eficaces. Ahora trabajamos con un canal que centraliza la información”, señaló la viceministra del MIES.
Finalmente resaltó, que la recolección, la organización y el análisis de toda la data que tiene el Ministerio debe ser un proceso obligatorio, pues esto permite determinar si un proyecto de carácter social está siendo eficaz y eficiente.