La taxonomía de Bloom es una herramienta que ayuda a los docentes a establecer los objetivos del aprendizaje.
Buscar métodos efectivos para que sus estudiantes desarrollen sus capacidades es una de las labores más importantes que realizan los docentes en Ecuador. Al momento de decidir qué conocimientos necesitan adquirir los alumnos, la taxonomía de Bloom es una herramienta de gran utilidad.
Desarrollada por el psicólogo estadounidense Benjamin Bloom en el siglo pasado, sirve para categorizar los objetivos del aprendizaje que se quieren alcanzar con los estudiantes.
Se divide en tres ámbitos:
Cognitivo
Se refiere a la capacidad de procesar y emplear la información proporcionada en la resolución de problemas.
Afectivo
Se ocupa de las emociones y su influencia en el desarrollo del alumnado. En él se analizan las actitudes, sentimientos, valores y prejuicios. Evalúa la recepción, respuesta, valoración, organización y caracterización.
Psicomotor
Relaciona las habilidades motrices y la coordinación muscular con otras destrezas del aprendizaje. Explora la imitación, manipulación, precisión, control, automatización y creatividad.
Niveles de la taxonomía de Bloom en el ámbito cognitivo
En el dominio cognitivo se establece una clasificación jerárquica de objetivos educativos a alcanzar, de acuerdo con la complejidad que se necesita para obtener cada nivel de habilidad. Estos niveles son:
Conocimiento
Se trata de que los estudiantes conozcan el tema a tratar, identifiquen de qué se va a hablar y las herramientas a utilizar. En este punto se ubica la memorización del material.
Comprensión
Cuando se entienden realmente los conceptos y se es capaz de explicarlos con sus propias palabras.
Aplicación
Se puede aplicar el proceso aprendido a alguna situación de la vida real.
Análisis
Los estudiantes son capaces de descomponer el conocimiento en partes y pueden identificar la manera en que se relacionan con la estructura global.
Síntesis
Se emplean las ideas viejas para crear otras nuevas y es posible generalizar a partir de distintos datos aportados.
Evaluación
Se es capaz de realizar un juicio crítico y comprobar el valor de una afirmación.
Si se visualiza en forma de pirámide, en la base se coloca el proceso cognitivo más sencillo (conocimiento) y en la cima el más complicado (evaluación). No se puede ascender de nivel sin haber dominado el precedente para que se produzca un verdadero aprendizaje.
Actualizaciones de la taxonomía de Bloom
Este método fue muy exitoso y sigue siendo un importante referente para los docentes al establecer los objetivos del aprendizaje, por lo que sufrió dos revisiones para actualizarlo a las necesidades actuales.
La última versión de la taxonomía de Bloom tiene los siguientes cambios:
- Sustituye los sustantivos por verbos para identificar las acciones correspondientes a cada categoría.
- El primer nivel, en vez de conocimiento o conocer, es recordar.
- La categoría de síntesis pasa a ser crear y abarca la capacidad de un alumno de reunir la información para producir algo nuevo.
- Cambia el orden en los dos últimos niveles. Crear pasa a ocupar el nivel más alto de la pirámide.
- Se complementa cada categoría con herramientas y verbos del mundo digital.
Así, la versión actualizada de los niveles de la taxonomía de Bloom en el ámbito cognitivo, desde el orden inferior al superior, es: recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear.
Los verbos de la taxonomía de Bloom
Cada categoría delimitada por la taxonomía de Bloom se relaciona con un grupo de verbos que describen lo que los estudiantes deberían poder hacer antes de pasar al siguiente escalón:
- Recordar: reconocer, definir, recordar, nombrar, memorizar, identificar, listar, describir.
- Comprender: interpretar, resumir, exponer, emparejar, comprender, clasificar.
- Aplicar: aplicar, seleccionar, organizar, generalizar, usar, desempeñar.
- Analizar: analizar, clasificar, categorizar, distinguir, atribuir, deconstruir, comparar.
- Evaluar: evaluar, juzgar, comparar, valorar, criticar, comprobar, revisar, experimentar.
- Crear: crear, planificar, construir, idear, trazar.
Este es muy útil para establecer los objetivos de aprendizaje que deberán alcanzar los estudiantes y ayuda a los docentes a definir cuál es el proceso de enseñanza-aprendizaje que se empleará.
Al decidir los objetivos se deben usar primero los verbos de las categorías básicas (recordar, comprender, aplicar), para después utilizar los que están vinculados con las categorías más complejas (analizar, evaluar y crear). Los tres primeros niveles se emplean para proyectos cortos o tareas, mientras que las últimas están dedicadas a proyectos a largo plazo, en lo que se necesita el uso de procesos cognitivos más complejos.
Los objetivos generales deben tomarse del tercer nivel en adelante (aplicar, analizar, evaluar y crear). A la hora de definirlos es recomendable colocar en primer lugar un verbo en infinitivo y definir la tarea que se busca realizar. Después, hay que establecer la forma en la que se llevará a cabo esa acción y la finalidad de llevar a cabo esta tarea.
De acuerdo con la taxonomía Bloom, los objetivos específicos pueden ubicarse a partir del primer nivel. El proceso de elaboración es el mismo.
¿Cuáles son los objetivos de la taxonomía de Bloom?
Esta taxonomía sirve para clasificar el conocimiento que ha recibido un estudiante y, como ya se señaló, ayuda a que los profesores puedan establecer los objetivos que quieren alcanzar al estar frente a un aula.
Una metodología basada en esta categorización pretende que los alumnos puedan usar el conocimiento para la resolución de problemas y que sean capaces de analizar, criticar y crear nuevas soluciones. La idea general es ayudarles a pensar por ellos mismos y que abandonen los primeros niveles básicos del ámbito cognitivo.
Para ayudarles a desarrollar este tipo de competencias es necesario contar con profesionales de la educación más capacitados. Al estudiar una Maestría en Atención Temprana y Desarrollo Infantil o una Maestría en Educación Personalizada, como las que oferta UNIR Ecuador reconocidas por la SENESCYT, los docentes adquirirán las habilidades necesarias para hacer que sus alumnos accedan a los niveles superiores de la taxonomía de Bloom.
Además, así se estará cumpliendo con el séptimo propósito del Ministerio de Educación, el cual busca “incrementar las capacidades y el desempeño de calidad del talento humano especializado en educación”.