Conoce los diferentes tipos de narrador en la literatura, sus principales características y cómo cada uno influye en la trama y las emociones de una historia.
El narrador es uno de los elementos con mayor importancia en una obra, influyendo significativamente en cómo se percibe la trama. Por esta razón, la elección de los tipos de narrador más adecuados al crear una historia, determina tanto la estructura narrativa como el nivel de proximidad que el lector podrá sentir hacia los diferentes personajes. Cada estilo ofrece diversos desafíos y ventajas.
Por ejemplo, un narrador en primera persona, proporcionará una perspectiva más íntima, mientras que uno omnisciente puede acceder a todos los sentimientos de los personajes. Conozcamos cuáles son los tipos de narradores y las características principales que permiten desarrollar y aprovechar los diversos estilos narrativos, a fin de conectar con el lector.
Narrador en primera persona
El relator en primera persona, también conocido como “narrador interno”, es uno de los tipos más utilizados en la literatura. Describe la historia basada en su propia visión, caracterizándose por usar los pronombres “yo” o “nosotros”. Le da al relato un tono íntimo o personal, y al lector, la oportunidad de conectarse con sus pensamientos y emociones.
Si bien esta voz narrativa puede evocar emociones poderosas y crear una conexión profunda con el lector, presenta la desventaja de que la información compartida está limitada por la visión que tiene el cronista de los hechos, desconociendo los eventos que ocurren fuera de su campo de acción. Este estilo es muy usado en autobiografías, diarios de viaje o en novelas policiales.
Narrador protagonista
En el caso del narrador protagonista, además de ser el personaje principal de la historia, es el encargado de contar los eventos, permitiendo al lector conocer de primera mano las emociones y pensamientos del protagonista, generando una sensación de cercanía, gracias a que no existe nadie que se interponga entre ellos.
Por otra parte, usar este tipo de narración plantea ciertas limitaciones. Al presentar la historia desde su propio punto de vista, ofrece una visión subjetiva de los acontecimientos. Adicionalmente, al no poder acceder directamente a los pensamientos de otros personajes, está impedido de ofrecer una perspectiva completa de los hechos.
“…y allí estaba mi Lo, con su belleza marchita, sus manos adultas y llenas de gruesas venas, sus brazos blancos con la carne de gallina, sus orejas lisas, sus axilas descuidadas. Allí estaba mi Lolita, definitivamente ajada a los diecisiete años, con aquella criatura que ya soñaba en su vientre con tener éxito en la vida, hacer mucho dinero y retirarse hacia el 2020 después de Cristo”.
Lolita, Vladimir Nabokov
Narrador testigo
El narrador testigo es quien, en lugar de relatar su propia experiencia, describe los acontecimientos en los que ha sido parte. Él puede ofrecer una visión más objetiva de los hechos, al no estar directamente involucrado en todos los eventos de la trama narrativa. Además, le es factible acceder a información de lo que ve o escucha de otros personajes.
A pesar de ello, sigue limitado por lo que ha podido presenciar o deducir desde su propia perspectiva. En contraste, puede aportar un nivel de intriga a la historia, ocultando información al lector de forma deliberada o por desconocimiento, descubriéndola juntos al mismo tiempo, convirtiéndolo en cómplice de la construcción de la trama.
“Estaba oscureciendo. El alumbrado se encendió al otro lado de la ventana. Los dos hombres sentados a la barra leyeron el menú. Nick Adams los observaba desde la otra punta de la barra. Estaba charlando con George cuando entraron”.
Los asesinos, Ernest Hemingway
Monólogo interior
El monólogo interior es un estilo que permite al lector adentrarse en la mente del relator, experimentando sus pensamientos en la forma que aparecen. Es una de las técnicas menos utilizadas en literatura, al presentar desafíos tanto al leyente como al escritor, pues su estructura narrativa suele ser difícil de seguir.
Por otro lado, transmite las emociones o pensamientos más profundos de los personajes. En muchos casos, este monólogo interior es útil para reflejar los estados emocionales intensos, generando un estilo fragmentado y complicado. A pesar de ello, es una herramienta de gran utilidad a fin de crear una narrativa compleja e introspectiva.
“Cuán extraño es sentir cómo el hilo que de nosotros surge se adelgaza y avanza cruzando los nebulosos espacios del mundo que entre nosotros media. Se ha ido. Aquí estoy, en pie, con su poema en la mano. Entre él y yo media el hilo”.
Las olas, Virginia Woolf
Narrador en segunda persona
La narración en segunda persona es un estilo poco frecuente en la literatura, debido a que representa un reto mayor. A pesar de ello, su uso puede ser impactante al dirigirse directamente al lector u otro personaje de la historia usando el pronombre “tú” o “ustedes”. Esto crea una relación íntima con el leyente, involucrándolo de forma activa en la trama narrativa, haciéndolo sentir como si fuera parte de los acontecimientos.
Este estilo de narración tiene la virtud de interpelar al lector, produciendo un sentimiento de complicidad o de acusación. Por ello, no es adecuado para todas las historias, ya que podría hacerlo sentir incómodo, o que se desconecte si no se identifica con las emociones o acciones que se le atribuyen. Por esa razón, es especialmente efectivo en relatos cortos, pero puede ser abrumador si se utiliza en narraciones muy prolongadas.
“Usted ha de amar el bello armario de su dormitorio, con la gran puerta que se abre generosa, las tablas vacías a la espera de mi ropa. Ahora los tengo ahí. Ahí dentro. Verdad que parece imposible; ni Sara lo creería”.
Carta a una señorita en París, Julio Cortázar
Narrador en tercera persona
En la perspectiva del narrador en tercera persona, él es externo a la historia, relatando los hechos desde esa posición. Se caracteriza por usar pronombres como “él”, “ella” o “ellos”, permitiendo mayor flexibilidad al momento de describir los eventos y personajes. Así puede brindar un punto de vista general, seguir de cerca al protagonista principal o fácilmente cambiar de personaje.
Usar tipos de narradores como este, permite al escritor explorar una mayor variedad de eventos y personas dentro de una misma historia, factor ideal para abordar relatos complejos o con muchos personajes. Proporciona además la ventaja de una visión más amplia de lo que sucede, al no estar limitado por una sola perspectiva. Esta técnica es muy utilizada en la literatura de ficción.
Narrador omnisciente
El término “omnisciente” hace referencia al conocimiento completo, siendo este el más poderoso de todos los tipos de narradores, al tener dominio total de la historia y los personajes, incluyendo sus pensamientos y emociones profundas. Por ello, puede compartir todo el entendimiento con el lector, saltando entre personas sin problemas.
Esta capacidad de conocerlo todo, hace del narrador omnisciente un estilo de gran utilidad para historias con tramas complejas. También es utilizado en novelas largas, como Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, quien lo aprovechó a fin de explorar los pensamientos y emociones de múltiples personajes en diferentes hilos narrativos.
“Todos los ojos le miraban. Notó Daniel, el Mochuelo, en sí, las miradas de los demás, con la misma sensación física que percibía las gotas de la lluvia. Pero no le importó. Casi sintió un orgullo tan grande como la tarde que trepó a lo alto de la cucaña al sacar de su bolsillo la moneda reluciente, con el agujerito en medio , y arrojarla sobre la arpillera”.
El camino, Miguel Delibes
Narrador equisciente
En contraste con el caso anterior, el narrador equisciente solo tiene acceso a las emociones o pensamientos de un único personaje, siguiéndolo a lo largo de la historia, sin la capacidad de saltar entre otros seres. Este punto de vista se denomina a menudo “tercera persona cercana” y es similar a un camarógrafo que sigue a alguien a todos lados.
Si bien este estilo crea una perspectiva más subjetiva, permite combinar la amplitud de la tercera persona con la intimidad de la primera, dándole acceso al lector a las emociones y pensamientos del protagonista. Estos tipos de narración son frecuentes en novelas psicológicas, donde explorar la profundidad del personaje es vital para desarrollar la trama.
“Cuando Gregorio Samsa despertó aquella mañana luego de un agitado sueño, se encontró en su cama convertido en un insecto monstruoso. Estaba echado sobre el córneo caparazón de su espalda y al levantar un poco la cabeza, contempló la figura convexa de su oscuro vientre (…)”.
La Metamorfosis, Franz Kafka
Conclusiones sobre los tipos de narrador
Elegir los tipos de narración adecuados es vital en la escritura creativa con el fin de construir una buena historia, jugando un papel fundamental en la forma como los lectores se conectan con los personajes y trama. Esta decisión puede cambiar por completo la experiencia de lectura, creando una sensación de cercanía o distanciamiento emocional.
Especializarte en una Maestría en Escritura Creativa ofrecida por UNIR, te ofrece una comprensión profunda de cómo emplear estos diferentes tipos de narrador, con el objetivo de influir en el desarrollo de la trama narrativa y los personajes, desarrollando tus habilidades de escritor mientras perfeccionas tus técnicas narrativas. Además, te abrirá nuevas oportunidades en el mundo editorial, llevándote a una carrera gratificante y exitosa.
Referencias bibliográficas
Grahl, T. (2023, April 20). First person Point of View: Definition and examples. Story Grid. https://storygrid.com/first-person-point-of-view/
Narrador en primera persona (características y tipos). (n.d.). https://lenguaje.com/narrador-en-primera-persona/
Farías, G. (n.d.). Tipos de narrador – Concepto, características y ejemplos. https://concepto.de/tipos-de-narrador/
What is third-person Point of View in writing? Definition & examples. (n.d.). Boords.com. https://boords.com/blog/what-is-third-person-point-of-view-in-writing-definition-and-examples