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Lapbooks: construyendo el aprendizaje con las manos

Los libros o cuadernos desplegables son un aprendizaje motivador para los alumnos que no debe ser relegado a la Educación Infantil o Primaria.

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Post escrito por la profesora de UNIR Ingrid Mosquera Gende.

Un lapbook se podría definir como un cuaderno desplegable interactivo. Algunos autores también lo definen como un libro de pop-ups, uno de los esos libros que todos recordamos de cuando éramos pequeños, en los que abríamos pestañas, girábamos ruedas, oíamos sonidos o tocábamos diferentes texturas. Sin embargo, en este caso, la diferencia está en que el cuaderno lo crean los propios alumnos, bien sea individualmente o en grupos. Esto implica que es interactivo no únicamente el resultado, sino también todo el proceso.

Sin duda, la mejor forma de hacernos una idea es viendo un ejemplo, puesto que suponen un recurso muy visual que es difícil de explicar con palabras.

Componentes y tipos de lapbooks

Se pueden distinguir muchos tipos de lapbooks, habitualmente complementarios entre sí, ya que, dentro de la base que elaboremos, podremos incorporar diferentes elementos o, incluso, mini lapbooks. Como solemos comentar con este tipo de recursos, se debe ir avanzando de manera gradual. Por eso, se puede empezar con un póster interactivo: una cartulina grande a la que se van añadiendo nuevos componentes.

El lapbook es un cuaderno desplegable interactivo, no solo en su resultado, sino también en su elaboración. El póster interactivo es su representación más sencilla”.

Al hablar de tipos o componentes de los lapbooks, las posibilidades que se nos presentan son infinitas, pues dependerán de la imaginación de profesores y alumnos, pero sí que podemos comenzar por formatos y plantillas básicas para luego ir evolucionando con mayor libertad y creatividad. Así, destacamos:

  • Desplegables. Con un solo movimiento, por ejemplo tirando de una pestaña, tenemos acceso a todo el contenido. Muy similar al libro acordeón.
  • Forma de flor. Los pétalos de la flor se pliegan sobre la parte central y el contenido se va mostrando al abrir cada uno de los pétalos. El elemento central supone el vínculo de unión entre las partes. Por ejemplo: Animales en peligro de extinción. Y en cada uno de los pétalos uno de esos animales.
  • Bolsillos. Dentro de este espacio en forma de bolsillo podemos encontrar tarjetas con información relacionada con el título del bolsillo. El ejemplo podría ser el mismo que en el tipo anterior. En este caso, el nombre del bolsillo sería el de Animales en peligro de extinción y cada una de las tarjetas haría referencia a uno de esos animales en concreto.
  • Llaveros o abanicos. Pequeñas cartulinas unidas entre sí por una anilla u otros materiales, como hilos o chinchetas, que permite pasar las cartulinas como si se tratase de un llavero o abrirlas como un abanico.
  • Ruedas o ruletas. Dos cartulinas en forma de círculo, superpuestas entre sí. A la superior le quitamos una sección angular (como un trozo de queso), dejando a la vista una parte de la cartulina de abajo. Según giramos la rueda superior, podemos ver diferente información que se muestra en esa parte descubierta de la cartulina inferior. A menudo se usa para explicar procesos e ir pasando de una fase a otra de forma lineal.
  • Flipbooks. Dentro del propio cuaderno que se elabore, podemos tener hojas o cartulinas unidas entre sí, por ejemplo con grapas, pegamento o hilo, formando un libro en el que se pueden pasar las páginas.
  • Pop-ups. Es un material tridimensional que hace saltar un contenido. Sobresale del papel o cartulina de forma inesperada cuando abrimos una pestaña o pasamos una página, llamando la atención del lector.

Pasos y materiales para hacer un lapbook

Existen muchos tutoriales, tanto en YouTube como en blogs, para aprender a hacer un lapbook y dar los primeros pasos en su elaboración. En este sentido, queremos destacar la entrada de Rosa Fernández Salamanca, en su blog Maestra de Primaria, explicando con imágenes, y de un modo muy claro, todo lo que debemos hacer para comenzar un lapbook con nuestros alumnos. En el vídeo que se presenta a continuación también podemos ver el proceso:

En cuanto a los materiales, podrán ser de lo más variado, pero podemos ofrecer algunas ideas para comenzar: cartulinas de colores, tijeras, pegamento, post-its, sobres blancos o de colores, grapadora, clips, ceras de colores, rotuladores, lápices, bolígrafos, cromos, pegatinas, folios de colores y todos aquellos elementos que se nos vayan ocurriendo sobre la marcha y que resulten apropiados para las edades con las que estemos trabajando.

Beneficios y uso en el aula

En el punto anterior destacábamos los pasos necesario para elaborar un lapbook, pero es importante recordar que siempre debe haber una reflexión previa sobre su contenido, su relación con el currículo, las competencias que desarrollarán nuestros alumnos, además de considerar aspectos como los recursos disponibles, los agrupamientos o la evaluación, entre otros. Es decir, antes de empezar a construirlo en el aula, el docente deberá haber planificado la actividad, incluyéndola de forma adecuada dentro de su asignatura y de la programación.

En ese sentido, es importante destacar que un lapbook puede ser el producto final de un proyecto, pudiendo implicar a un solo docente o a profesores de diferentes asignaturas. También puede servir para hacer el repaso final de una unidad o como portafolio. Es posible ir añadiendo piezas después de cada clase, a modo de revisión.

El lapbook puede ser el producto final de un proyecto o usarse como instrumento de repaso al término de cada unidad didáctica”.

Si hablamos de las posibilidades y ventajas de su uso en el aula, podemos destacar, entre muchas otras:

  • El contenido se trabaja de manera divertida, interactiva, manipulativa y creativa.
  • Acceso rápido, directo y visual al contenido.
  • Recursos sencillos de guardar y almacenar.
  • Investigación sobre temas concretos y repaso de aspectos ya tratados. Se puede volver a revisar cuando se quiera, de forma inmediata.
  • La información encontrada es transferida al lapbook, implicando una organización mental previa y la transmisión de conocimientos explicados por los alumnos con sus propias palabras.
  • El trabajo puede ser individual, en parejas o en grupos, con la ayuda de uno o más profesores.  Puede suponer un trabajo en equipo muy enriquecedor.
  • Los más pequeños desarrollan la psicomotricidad fina al recortar, pegar o enmarcar, entre muchas otras acciones.
  • -Implementación de competencias de autonomía, iniciativa personal y aprender a aprender.
  • Actividad muy motivadora por su carácter manipulativo y el desarrollo de la creatividad y la imaginación. Los alumnos ven aumentada su responsabilidad al tomar decisiones sobre la elaboración del producto final. Se sienten protagonistas de su aprendizaje.
  • Alto grado de satisfacción con el trabajo realizado que, además, suele resultar muy atractivo visualmente. La presentación final puede ser oral, escrita y acompañada de imágenes o una grabación en vídeo, explicando todo el proceso o el resultado.
  • Los lapbooks son graduables, tanto en dificultad como en complejidad, lo que permite atender a la diversidad: no todos los alumnos tienen que obtener el mismo resultado ni profundizar igual en un tema.
  • Para evaluar un lapbook tomaremos muchos aspectos en consideración, desde la elección del tema, búsqueda de información, trabajo en grupo, aspecto final o presentación, entre otras posibilidades. Podemos crear una rúbrica para valorar las diferentes áreas implicadas.

Como ya adelantábamos, cabe destacar que también son adaptables a cualquier edad, no deben ser vinculados de forma exclusiva a Educación Infantil o Primaria, pudiéndose crear interesante lapbooks para Secundaria, incluso para Formación Profesional, Escuela de Idiomas o Universidad. En etapas avanzadas podremos valorar de forma más pormenorizada la creatividad, la elaboración detallada, la originalidad, la investigación realizada, el contenido preciso o la presentación final del proyecto. Otra opción interesante es que estudiantes de cursos superiores creen lapbooks para alumnos más jóvenes.

Las nuevas tecnologías también pueden incorporarse, tanto dentro del propio lapbook como elaborando un lapbook íntegramente digital. Lo más parecido a un póster interactivo en el plano digital puede conseguirse mediante el uso de Genially, Padlet, Pinterest, Bubbl.us o ThingLink, por poner algún ejemplo. Estas herramientas digitales gratuitas suponen puntos de acceso interactivo a otros materiales: vídeos, audios, enlaces, cuestionarios, preguntas, textos, documentos, imágenes, mapas conceptuales o códigos QR, entre otros. El lapbook digital es una idea estrechamente relacionada con el concepto de los Paisajes de aprendizaje, visto en un artículo anterior.

Los lapbooks son válidos para todas las asignaturas, niveles y edades, simplemente requerirán de grandes dosis de imaginación y creatividad. Las TIC también pueden estar presentes”.

Como consejo final, si quieres que tus alumnos empiecen a elaborar sus lapbooks, quizás debas plantearte, como punto de partida, crear el tuyo propio, para ver sus posibilidades y dificultades. El lapbook supone un aprender haciendo en vez de un aprender estudiando, un aprendizaje activo y manipulativo que siempre podrá adaptar sus contenidos a la etapa en la que estemos, suponiendo, con seguridad, un aprendizaje que nuestros alumnos no olvidarán, pues lo habrán construido con sus propias manos.

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Ejemplo de lapbook sobre el sistema solar

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