La seguridad del paciente es fundamental; por eso su identificación correcta al ir a un centro médico debe incluir, como mínimo, la verificación de sus datos y la asignación de una pulsera de identificación.
En el sector sanitario, un elemento indispensable al que cada vez se dedica más tiempo, atención y esfuerzo es a la identificación correcta de los pacientes. Y es que, una deficiente identificación es una de las principales problemáticas en la prestación de servicios de salud, lo que acaba provocando errores en el suministro de medicación, operaciones, pruebas médicas, transfusiones, e incluso en el proceso de alta médica y entrega de bebés, donde una mala organización puede acabar con un bebé en una familia equivocada.
En el día a día, la forma más común de identificación de pacientes en centro sanitarios es a través de sus datos personales, el número de habitación y/o cama, el diagnóstico y los rasgos físicos o psicológicos; es decir se suele confiar en la memoria o en elementos variables, por lo tanto nada seguros, en lugar de aplicar comprobaciones que aseguren que se está atendiendo a la persona correcta, en el momento adecuado y con la metodología correcta.
Es por esto que, contar con un protocolo de identificación de pacientes bien definido, permitirá realizar identificaciones precisas y mitigar los errores. Para esto también es importante la participación del propio paciente o de sus familiares en todas las etapas del proceso identificativo, junto a los profesionales de la salud y administrativos.
Principales errores al identificar pacientes
Los errores de identificación de pacientes se pueden dar en cualquier punto, desde el ingreso a la estancia hospitalaria e, incluso, una vez el paciente abandona el centro sanitario en elementos como las recetas o la realización de nuevas pruebas.
Estas confusiones son producto, en gran de medida, de errores como:
- Identificación, captura o verificación errónea de datos del paciente al ingreso.
- No verificación de datos al momento de realizar intervenciones, pruebas o procedimientos.
- Ausencia de pulseras o brazaletes de identificación.
- Falta de seguimiento de estándares de identificación por parte del personal.
- Emplear el número de habitación y/o características físicas –como “el señor mayor de la 203”– para identificar a un paciente.
- Pedir al usuario que confirme su identidad usando preguntas dirigidas como es usted: (señalando nombre y apellidos), en lugar de que sea este quien se identifique.
- Proporcionar medicinas sin confirmar la identidad del paciente.
- Ubicar en un mismo espacio pacientes con nombres similares.
- Manipular etiquetas para pruebas impresas, de varios pacientes diferentes, a la vez.
- Presuponer que un paciente le dirá a un sanitario que sus datos no son correctos.
Claves para identificar correctamente a un paciente
Como se ha mencionado, la correcta identificación del paciente debe darse desde el momento en que ingresa al centro de salud.
Para eso, la mayor parte de centros hospitalarios a nivel internacional y en Ecuador recogen en manuales internos una serie de protocolos de identificación correcta para la aplicación por parte de sus trabajadores. La práctica común para todos es la colocación de brazaletes identificativos. Además, es importante incluir otras actuaciones de registro e identificación como:
- Nombres y apellidos completos del paciente.
- Cédula u otro documento de identificación y el número del documento.
- Sexo, fecha de nacimiento y edad.
- Lugar de residencia y número de contacto.
- Asegurarse de la comprensión del proceso de identificación en personas con dificultades comunicativas y de audición.
- Dejar visible el nombre del usuario y sus identificadores.
- Reconfirmar la identidad del paciente antes de colocarle la etiqueta, lo cual debería repetirse al realizar algún tipo de prueba o recogida de muestras.
No existe una única estrategia para prevenir los errores de esta naturaleza, que pueden darse en cualquier momento del proceso y por parte de cualquier miembro. Sin embargo, contar con profesionales formados con un Maestría en seguridad clínica sanitaria como el de UNIR Ecuador será un gran activo para promover y garantizar la seguridad del paciente.