Su caso inspira a no bajar los brazos, desde el ejemplo de perseverancia, tenacidad y también sueños e ilusiones que no se apagan, por más que determinadas circunstancias a veces empujen hacia los límites de la angustia y la desesperación.
Se llama Diana Armijos y su conmovedora historia de superación (silenciosa, anónima y alejada de luces y estridencias) merece ser contada como una lección de vida para todos.
Recientemente, el bello rostro de Diana ha acaparado espacio en varios de los principales medios de comunicación ecuatorianos, y también de Perú y otros países latinoamericanos. Ella presentó ante la sociedad de este país un proyecto de Educación Inclusiva y Multicultural para personas con discapacidad aplicado a la Educación General Básica.
Lo hizo apoyada por la Fundación Felipe González, la Universidad Internacional de La Rioja y la Fundación Cofuturo (organización de la sociedad civil, nacida bajo la tutela de UNIR) gracias al proyecto ‘La revolución de las pequeñas cosas – Palancas Ecuador’. Esta iniciativa tiene como objetivo impulsar propuestas de diversos ciudadanos y colectivos que, con su contribución de ideas, buscan mejorar a la sociedad. En definitiva, proponen grandes cambios desde pequeñas reformas. Además de Ecuador, ‘Palancas’ ya ha sido lanzado en España, Colombia y en breve podría desembarcar en Perú y otras naciones de Latinoamérica.
La fuerza de Diana y su revolución de las pequeñas cosas
El pasado 22 de febrero, en un acto celebrado en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Quito, representantes de las entidades p del programa presentaron el libro ‘La revolución de las pequeñas cosas’. Esta publicación describe diversas ‘palancas’ elaboradas por ciudadanos y colectivos de Ecuador. Allí ya se han desarrollado 17 proyectos en los últimos dos años.
Uno de ellos es el de Armijos, quien subió al escenario para describir su propuesta y conmovió a todos. Lo hizo a paso firme, a pesar de poseer una prótesis que reemplaza a su pierna izquierda: hace 15 años se la amputaron a consecuencia de padecer cáncer de hueso.
Conviene escuchar de su propia boca cómo ha llegado hasta ese atril. Tras la petición de UNIR, Diana accede a hacerlo. Su voz suena serena al escuchar los audios de WhatsApp (el canal elegido para esta entrevista). Del otro lado del ‘charco’, ella ha reservado un pequeño espacio en su ajetreado día -repleto de actividades- para narrar su historia, su presente y su futuro repleto de anhelos y nuevos desafíos. Sin dudas, Diana es el mejor ejemplo de fuerza y de lo que significa el proyecto ‘Palancas’.
Para comenzar, posa su mirada en 2007, cuando tenía 19 años. Era una joven decidida y alegre que iniciaba la universidad como tantas otras, pero le diagnosticaron osteosarcoma en la tibia de su pierna izquierda. Es un tipo de cáncer que comienza en las células que forman los huesos. Posteriormente, la enfermedad se agravó. Sintió un shock y se le paralizó el corazón cuando le comunicaron que debían amputarle su extremidad.
Pero ella, guiada por una garra y fe inconmensurables, no se rindió: después de tres años de quimioterapia logró vencer a la enfermedad. “A pesar de la dura experiencia, retomé mi vida en todos los aspectos: personales, estudiantiles, laborales y, sobre todo, a los 26 años me convertí en madre de una hermosa niña, que hoy tiene 9”, afirma.
Inspirada en cientos de personas que atraviesan un cuadro similar al suyo, pero no tienen los medios o la energía suficientes para intentar enfrentar adversidades de este tipo, en 2018 fundó la Fundación Cienpiés para personas con discapacidad física. Diana ha ejercido como modelo y -mediante el modelaje y baile-, busca que las personas apoyadas por su fundación “se motiven a seguir luchando por sus sueños”, según explica.
La ciudadana ecuatoriana sabe bien de qué se trata. Para ella no hay imposibles: ha participado en competencias de atletismo para deportistas con algún tipo de discapacidad y hasta en concursos de baile y salsa, en los que tuvo una destacada performance. “En 2017 corrí la competencia atlética Quito Últimas Noticias 5k y además retomé el baile tropical. En esta modalidad obtuve el segundo lugar en el concurso de salsa All Dance Guayaquil”, recalca.
Todo ello, sin renunciar a otra de sus convicciones: la necesidad de formación y capacitación. Ella se matriculó en la carretera de Contabilidad y Auditoría. Asimismo, recuerda que fue becada en la Escuela de Líderes para el Futuro, graduándose como la mejor estudiante de la promoción 2019.
Por otra parte, en paralelo a los estudios, ganó el concurso de belleza ‘Miss Internacional global Ecuador’. A sus 34 años, hoy preside la Fundación “que sigue trabajando en beneficio de personas con amputaciones, desempeñándose cada día como hija, madre, amiga, hermana y esposa”, señala.
“Solo tú decides hasta dónde llegar porque los límites están en la mente”
Diana aclara que su Fundación fue creada “para ayudar a las personas con diversas discapacidades a que no sean vistas por el resto de la sociedad como seres por los que sentir lástima. Al contrario, pueden servir como referencia de motivación para los demás”.
Tras atravesar un camino repleto de obstáculos, ella asegura, firme y convencida: “Solo tú decides hasta dónde llegar porque los límites están en la mente”. Su proyecto o ‘palanca’ respaldado por UNIR “busca promover una educación inclusiva para personas con discapacidad y/o diferente origen étnico y/o cultural en la educación general básica, en el cantón (región) de La Concordia, perteneciente a la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas. Lo harán a través de capacitaciones impartidas a docentes y padres de familia de las instituciones fiscales de este cantón”, asegura.
Después de escuchar a Diana en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito, Rocío Martínez Sampere, presidenta de la Fundación Felipe González, la aplaudió conmovida: “Hay mucho talento en las sociedades. Esto ha quedado comprobado en el caso de Ecuador. Escogimos a este país como referente para consolidar el proyecto ‘Palancas’. Quisimos empezar aquí la expansión iberoamericana de este programa porque creemos que el país atraviesa un momento muy interesante para que su sociedad impulse grandes cambios a través de pequeñas reformas”, declaró.
Felipe González: “Un proyecto que ilusiona gracias al esfuerzo de todos”
Felipe González, ex presidente de España y titular de la Fundación que lleva su nombre, felicitó a Diana y al resto de ciudadanos que, como ella, intentan contribuir con su granito de arena a un mundo mejor. Lo hizo en un mensaje difundido a través de la proyección de un vídeo: “Llegamos a Ecuador a principios de marzo de 2020, antes del comienzo de la pandemia. Logramos consolidar un proyecto que nos ilusiona y ya estamos desarrollando en España y otros países. Quiero agradecer a todos por este esfuerzo”, dijo.
Para finalizar, Rosalía Arteaga, presidenta de UNIR, agradeció el compromiso y esfuerzo de los participantes del proyecto ‘Palancas’. “Es maravilloso que los jóvenes sean partícipes de reformas que busquen impulsar la igualdad de género, la buena gestión de desechos sólidos, la inclusión de personas con discapacidad, la movilidad sostenible, entre otros retos”.
También subrayó: “Desde UNIR continuaremos apoyando este tipo de iniciativas porque nuestro objetivo es impulsar la educación de los ecuatorianos, pero también su activa participación en la sociedad para hacer juntos un país mejor”. En simultáneo, mientras ella hablaba, los ojos de la valiente Diana Armijos, la mujer incansable y gladiadora contra la adversidad, brillaron en el auditorio. En su mirada había satisfacción y emoción… era la perfecta síntesis de alguien que ha llegado a la meta de sus sueños, pero no se detiene y afronta nuevos desafíos.