Una gestión hospitalaria eficiente no solo favorece al paciente, sino también a todo el sector unido bajo un mismo objetivo: la satisfacción global a largo plazo.
Gestionar es planificar, coordinar y fiscalizar. Si a esta definición se le añade la optimización de recursos, entonces se obtendría el significado de lo que se conoce como gestión hospitalaria.
Partiendo de este enunciado, se puede entender la gestión hospitalaria como un proceso que incluye el diseño y desarrollo de estrategias para la toma de decisiones en la práctica clínica, orientadas a obtener una relación equilibrada entre calidad y costos, al beneficio del paciente.
Los retos a los que se enfrentan los establecimientos de salud en Ecuador para alcanzar este balance son múltiples, como lo son la falta de infraestructura, de tecnologías punteras, de una atención primaria descongestionada y de buenas coberturas médicas.
La solución a estos y otros problemas, apunta hacia un objetivo común: la satisfacción de los pacientes a través de una atención de calidad y cercanía.
Ya que su objetivo se orienta en conseguir una mejor calidad del servicio hacia el paciente, se hace fundamental y necesaria la implicación de todos los profesionales que son parte del proceso hospitalario —personal administrativo, médico y proveedores— para conseguir una gestión hospitalaria satisfactoria.
¿Cuáles son las claves para una gestión hospitalaria de éxito?
No existen reglas que garanticen el éxito rotundo de la gestión hospitalaria, pero sí elementos que se deben tener especialmente en consideración para poder incrementar las posibilidades de convertirse en una organización exitosa.
El primer paso para adoptar un modelo completo de gestión hospitalaria es básico y pasa por hacer parte del proceso a los empleados, para que se puedan comprometer con la visión y misión del hospital y, así, favorecer una transformación real.
Hecho esto, es necesario hacer un diseño de procesos por área, donde se incluya todo el recorrido que hace el paciente, desde que entra en el hospital hasta que abandona el centro médico.
Llegados a este punto es importante conocer qué otros pasos clave son necesarios para poder aplicar el modelo de gestión de hospitales de forma exitosa.
- Saber cuál es el perfil promedio del paciente. Se debe conocer cómo maneja el hospital la información y si existe un historial completo donde se reflejan las patologías más frecuentes y los costos de los tratamientos, para, en base a esto, poder presentar paquetes médicos competitivos.
- Hacer un proceso de recepción y atención de excelencia. Al ser la primera impresión que el paciente y sus familiares se llevan, cualquier error en esta fase provocará una imagen negativa. Para no caer en esta falta, se deben instaurar protocolos sencillos conocidos por todos, que transmitan organización y reduzcan los tiempos de atención.
- Aplicar procesos de mejora continua que sean revisados y actualizados de forma constante, para poder adecuar las necesidades a los estándares establecidos por la institución. Además, se puede aportar valor y credibilidad a través de una gestión respaldada en certificados y acreditaciones hospitalarias.
- Personal cualificado, motivado y con entrenamiento continuo. Incentivar a los empleados para que se actualicen es un factor clave para obtener su máximo potencial y así mantener una alta calidad en la gestión hospitalaria.
- Integrar la tecnología en los procesos de intercambio de información facilita el traspaso de datos entre las diferentes áreas del hospital, lo que mejora la comunicación y facilita los procesos administrativos y médicos.
- No dejar de lado a los proveedores. Para poder garantizar un buen desempeño hospitalario es necesario contar con todos los suministros básicos para la prestación de servicios. Tenerlos monitorizados a través de alguna tecnología, permite tener el control total sobre los insumos en stock, evitando desabastecimientos, desperdicios y gastos imprevistos.
- Conocer el rendimiento del centro hospitalario a través de la recopilación y análisis de datos, con la finalidad de poder realizar una mejor gestión, y saber dónde se están tomando buenas decisiones y dónde se debe mejorar.
En definitiva, una gestión hospitalaria exitosa será el fruto del equilibrio generado entre una administración organizada, un personal motivado, el uso de las tecnologías y un análisis del rendimiento, de cara a realizar optimizaciones en todo el proceso de gestión hospitalaria.
La gestión hospitalaria en Ecuador pasa por una importante etapa de profesionalización, por lo que, para poder ser parte de este cambio de visión hospitalaria, los profesionales de la rama sanitaria requieren contar con una formación eminentemente práctica como la que ofrece la Maestría online en Gestión Sanitaria.
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