José Paul Mendoza, egresado de la Maestría en Derecho Digital en UNIR, pone todo su empeño como abogado experto para que en Ecuador se reglamente la protección de datos personales. El posgrado ha marcado su rumbo profesional y ahora difunde los valores de la Universidad como embajador.
En las procelosas aguas legislativas, entre juzgados y tribunales de la República, se mueve José Paul Mendoza Villegas. Pese a su juventud – tan solo 25 años- este abogado y UNIRalumni tiene ya un importante bagaje profesional. Trabajó en el Banco de Guayaquil, ciudad que dice su cédula es donde nació, y ahora se emplea a fondo en el prestigioso despacho jurídico M. Bodero & Asociados. Aquí fue fichado para resolver esos conflictos que la era digital nos desafía cada vez más, “y que son de enjundia, requieren lectura profunda y el adecuado tratamiento legal”, según manifiesta.
Retos para los que está sobradamente preparado, luego de pasar por las aulas virtuales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y empaparse de la Maestría en Derecho Digital. “El pensum académico es de primerísimo nivel y servido a través de una plataforma digital óptima. Los conceptos que aprendí han resultado fantásticos para estar un paso por delante de lo que ahora a nivel de asuntos digitales se está construyendo en Ecuador”, afirma.
Armado de todos los conocimientos y herramientas que el estudio le proporcionó, cual caballero armado del siglo XXI, es punta de lanza de su firma de abogados para abordar la protección de datos personales. Una materia de especial relevancia y reciente en el Ecuador, que requiere de una legislación precisa, igualmente de una interpretación jurídica experta y ‘clínica’ de quienes, como él, pueden ofrecerla.
De alumno en UNIR a embajador
En este sentido, Mendoza rememora cómo la experiencia online con UNIR siempre le fue fructífera tanto en el aspecto académico como personal y humano. “La metodología, contrastada y con ese enfoque práctico de llevar el aprendizaje al día a día profesional, es una garantía. Pero, además, en todo momento sentía como si estuviese en clases presenciales. Simplemente me encontraba a un correo de distancia que inmediatamente se convertía en una reunión para preguntar por alguna referencia bibliográfica o resolver cualquier duda. Y eso se lo debo a los profesores”, subraya.
Esa constante comunicación se convirtió en fluidez y hoy día en entendimiento estrecho con la Universidad, al punto de haberse puesto la camiseta de embajador de UNIR. “Fundamentos, como democratizar el acceso a la educación, tienen su réplica de alguna manera desde el despacho donde trabajo como director en Derecho Digital e Innovación Tecnológica. Por ejemplo, con clientes pro bono a quienes ofrezco servicios jurídicos en ámbitos sociales o de responsabilidad empresarial y social. Así, institución educativa y bufete transitamos el mismo puente de ida y de vuelta, de recomendación y de difusión de valores compartidos”, resalta.
Apasionado por el Derecho Digital
Mendoza lleva a gala la bandera de los principios de la Universidad y de sus programas académicos. La iza en foros online donde estudiantes y colegas del gremio aprenden de él aquello que como alumno de UNIR adquirió en su Maestría en Derecho Digital. “Transmito lo que me aportaron asignaturas significativas del tipo Información y Datos como Activos Estratégicos”, comenta.
En mis ponencias sobre protección de datos transmito lo que aprendí en mi Maestría en Derecho Digital. José Paul Mendoza, abogado y embajador de UNIR.
De esa materia aprendió ampliamente sobre la protección de datos personales contemplada en las normativas europea y española y que en masterclasses organizadas por UNIR, como la titulada ‘Nueva Ley de Protección de Datos en Ecuador’, “he podido ofrecer mi punto de vista y comparar esos reglamentos internacionales con la evolución que en esta área se lleva a cabo en nuestro país, aún carente de reglamento para aplicar la ley”, señala.
Quien también ejerce una faceta docente -otra vertiente más del avezado egresado de UNIR- da rienda suelta a su entusiasmo al hablar de derechos y de tomar decisiones seguras respecto a nuestros datos personales en el infinito universo digital, y frente a la amenaza de la ciberdelincuencia. Le ocurre lo mismo al referirse a la inminente aparición de una autoridad de Protección de Datos en Ecuador, al igual que establecen países como España. Tampoco reduce su tono al argumentar cómo la esperada superintendencia debe marcar las directrices y procesos en la esfera de una cultura empresarial permeable a la buena práctica de la protección de datos, para lo cual la figura del delegado de protección de datos (DPD) es crucial…
José Paul Mendoza es director de Derecho Digital e Innovación Legal en M. Bodero & Asociados.
“Debemos entender como país la relevancia de proteger los datos de los ciudadanos, porque es lo que mueve a la economía y va a afectar a la seguridad de cada uno de los habitantes en un escenario nuevo donde la evolución de la identidad de las personas ya no solo es física, sino digital” , indica el joven abogado.
TFM, práctico y vigente
Nuevamente Mendoza se retrotrae a su aprendizaje con UNIR cuando vislumbra lo que en Ecuador empieza a ser una realidad digital. De la misma manera, se siente orgulloso al evocar la presentación de su TFM que, además de ser el pasaporte para lograr su título de magister, sigue sacándole jugo.
“Ante el tribunal expliqué mi propuesta de cambiar los pagos transfronterizos basados en el tradicional código SWIFT por otros sistemas usando blockchain, que permiten trazabilidad, mayor rapidez en el proceso y seguridad. Actualmente, los aspectos regulatorios recogidos en mi trabajo fin de maestría son de ordinario uso cuando abordo el ámbito fintech (actividades que implican innovación y desarrollo tecnológico)”.
No cabe duda, que José Paul Mendoza Villegas es un gran exponente de lo que supone extraer máximo jugo a una Maestría. También a la relación con la Universidad que la imparte y a sus ventajas. “Conseguí hacer el posgrado a mi ritmo, recuperar clases grabadas y revisar contenidos que en un entorno físico no hubiera sido posible. Asimismo, pude alimentar una cadena de networking con compañeros, para compartir inquietudes profesionales”, concluye.
Conocimiento y dedicación, al fin y al cabo, que han dado argumentos al veredicto de UNIR para convertirlo en embajador. Acaso le viene como anillo al dedo ese aforismo conocido en el mundo del Derecho: ‘Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin otras armas que las de tu saber’.