La psicología infantil ayuda a entender el comportamiento y las emociones de los niños, así como el ambiente en el que crecen y las experiencias que viven pueden tener un impacto en su bienestar emocional.
La psicología infantil es una rama de la psicología que se enfoca en el estudio del desarrollo humano durante la infancia y la adolescencia. Es una disciplina que busca entender cómo los niños piensan, sienten, se comportan y aprenden a lo largo de su desarrollo, así cómo estas características cambian con el tiempo. Se basa en la teoría del desarrollo humano, observación del comportamiento y la experiencia.
La psicología infantil es importante porque los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo emocional y social de una persona. La forma en que los niños aprenden a relacionarse con los demás, a resolver problemas y a manejar sus emociones en estos años tempranos tiene un gran impacto en su bienestar y éxito durante el resto de su vida. Por eso es importante la figura del psicólogo infantil, pues es quien puede ayudar a los padres y cuidadores a entender mejor a sus hijos y a proporcionarles el apoyo emocional y psicológico que necesitan.
Conceptos claves en la psicología infantil
Para comprender un poco mejor en qué consiste la psicología infantil y su impacto, es importante contemplar algunos concepto fundamentales de la misma:
- Desarrollo cognitivo: es la capacidad de un niño para procesar información y comprender el mundo que lo rodea. Se refiere a la adquisición de habilidades mentales como el lenguaje, la memoria y la resolución de problemas.
- Desarrollo emocional: hace referencia a cómo los niños aprenden a comprender, regular y expresar sus emociones. Los menores experimentan una amplia gama de emociones, desde la alegría y felicidad hasta la ira y el miedo. Por ello necesitan aprender a identificar, expresar y regular estas emociones de manera saludable.
- Desarrollo social: es la forma en la que aprenden a interactuar con los demás y formar relaciones. Los niños necesitan aprender habilidades sociales como compartir, cooperar y comunicarse efectivamente para tener éxito en la vida.
- Desarrollo psicológico: proceso que experimenta un niño en cuanto a su maduración, física, cognitiva, emocional y social a lo largo de su vida.
¿Qué problemas afronta la psicología infantil?
Existen diversos problemas y dificultades que pueden requerir la intervención de un psicólogo infantil. Algunos de los problemas más comunes que pueden ser abordados son:
Trastornos del desarrollo
Entre estos se encuentran el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), o los trastornos del aprendizaje, entre otros. Un psicólogo infantil puede ayudar en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de estos trastornos, además de brindar orientación a los familiares para mejorar el desarrollo y aprendizaje del niño.
Problemas emocionales
Es habitual que se presenten problemas emocionales como la ansiedad, depresión, estrés, el miedo, la tristeza o la ira. La psicología permite trabajar con el niño para ayudarle a comprender y manejar sus emociones, así como plantear estrategias para afrontar estas emociones de manera saludable.
Problemas de comportamiento
Otro de los grandes problemas que afronta esta especialidad de la psicología son los problemas de conducta, como la agresividad o los problemas de control de impulsos. El papel del psicólogo es clave para la detección de las causas de estos y el planteamiento de acciones que ayuden a controlar y mejorar su conducta.
Habilidades sociales y dificultades para relacionarse
Tampoco es extraño que los niños manifiesten dificultades en las relaciones con sus compañeros o problemas de habilidades sociales, como la timidez extrema. La psicología facilita desarrollar y trabajar estas habilidades sociales.
Traumas y eventos estresantes
Cuando un niño sufre una situación traumática como la pérdida de un ser querido, la separación de sus padres o la violencia en el ámbito familiar, la terapia psicológica puede ayudar al niño a procesar y asimilar estos eventos traumáticos.
El psicólogo infantil, un profesional clave
Los psicólogos infantiles trabajan con niños desde el nacimiento hasta la adolescencia; su trabajo puede variar según la edad y las necesidades del niño. Así, tratan a menores con problemas emocionales, de comportamiento, aprendizaje y familiares, con necesidades especiales como discapacidades físicas o mentales…
Además, su labor tiene un amplio alcance a través de distintas áreas, entre ellas:
- A través de pruebas psicológicas y entrevistas evalúan el comportamiento y las necesidades emocionales para comprender mejor los problemas del niño y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.
- Estos planes de tratamiento personalizados pueden incluir terapias individuales, familiares o grupales, así como técnicas de modificación de conducta o terapia cognitivo-conductual.
- Otra de las actividades que realizan los psicólogos infantiles es trabajar con los padres y cuidadores del niño para proporcionarles herramientas y recursos para ayudar al niño en casa. Esto puede incluir estrategias para mejorar el comportamiento del menor, brindar apoyo emocional o educarlos sobre las necesidades específicas de su hijo.
- En algunos casos, los psicólogos infantiles pueden trabajar con otros profesionales de la salud —como pediatras, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales—con el objetivo de asegurar una atención integral.
- Algunos profesionales también se dedican a realizar investigaciones para comprender mejor el desarrollo emocional y de comportamiento de los niños y adolescentes. Estas investigaciones pueden ayudar a desarrollar nuevas estrategias de tratamiento y mejorar la comprensión general de cómo los niños crecen y se desarrollan emocionalmente.
Para el psicólogo infantil, formarse de forma continua es fundamental. En este sentido, la Maestría en Intervención Temprana y Desarrollo Infantil brinda la oportunidad de aprender sobre los últimos avances en la investigación y práctica en psicología infantil, con un enfoque en el desarrollo emocional y del comportamiento de los niños y adolescentes. A través de una combinación de cursos teóricos y prácticos se obtiene la experiencia necesaria para realizar evaluaciones y tratamientos. Se trata de una titulación con una modalidad 100 % online y reconocida por la SENESCYT.