Una perspectiva lúdica del aprendizaje en las aulas y una visión institucional de cómo dar soluciones a la formación en el sistema educativo desde el Ministerio de Educación, últimas ponencias que dan por clausuradas las sesiones del congreso online organizado por UNIR.
El ciclo de ponencias del congreso online ‘Hablemos de Educación’, organizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), finaliza tras tres jornadas donde se abordaron distintos temas de calado sobre la labor docente. Estos días monográficos tuvieron lugar cada martes desde el 12 de julio hasta el 26 del mismo mes, y contaron con el apoyo del Ministerio de Educación del Ecuador. El organismo también aportó a una experta para clausurar con la última ponencia el encuentro, en el cual participaron centenares de profesores por streaming.
La importancia del juego llevado a las aulas fue el tema central en la primera sesión del día, donde se buscó desde el primer momento la complicidad y la creatividad de la audiencia a través de herramientas digitales. La ponencia dejó sobre la mesa importantes reflexiones sobre la motivación en el proceso de aprendizaje, el uso de la narrativa en el aula digital y cómo el juego estimula el desarrollo de aspectos físicos, afectivos y sociales.
La segunda sesión tuvo un carácter institucional, pero no por ello menos interesante, acerca de la situación del docente en el sistema educativo nacional. Estadísticas y datos concluyentes reflejaron las carencias formativas de los profesores. Asimismo, el público conectado conoció las soluciones ofrecidas en el nuevo plan nacional impulsado desde el Ministerio de Educación para lograr una auténtica transformación educativa que beneficie no solo a docentes, sino también a alumnos.
Como preámbulo a las ponencias, Ana Frontela, Country Manager de UNIR en Ecuador, quiso agradecer el feedback por parte de los profesores que participaron en el congreso y la ayuda recibida por parte del Ministerio de Educación del Ecuador, con la esperanza de que sea un punto y seguido. Repasó algunos de los contenidos tratados durante las jornadas, como la inteligencia emocional en las aulas, la personalización del aprendizaje y la transformación digital.
Frontela también recordó el papel de la educación en la sociedad y la aportación de UNIR con su metodología 100% online. “Nos es grato constatar la contribución de nuestra universidad a los cambios que necesita el país en estos momentos. Alumnos que han pasado por las aulas de UNIR han visto en la formación y en el aprendizaje un motor de cambio para el Ecuador”, afirmó.
¡A jugar!
La primera sesión tuvo un tono eminentemente lúdico, casi festivo, también edificante. De ello se encargó Azahara García, docente de UNIR, especializada en e-learning y diseñadora de experiencias de aprendizaje basadas en el juego, narrativa y gamificación educativa, quien desde el principio pidió la máxima interacción por parte de la audiencia docente. No obstante, tras presentarse de forma original, su declaración de intenciones fue clara: “aquí hemos venido a jugar”. Y tanto que fue así.
Durante el encuentro interactivo, así denominó García a su ponencia “Aprendizaje digital en el juego: alumnado motivado”, explicó conceptos sobre el potencial del juego como herramienta eficaz en las aulas, mientras de forma simultánea invitaba a ponerlos en práctica a través de juegos online presentados en pantalla. En alguno de ellos participaron activamente hasta más de 130 docentes conectados.
Para la experta “jugar es algo muy serio, aparte de muy divertido”. Subrayó que “nos gusta el juego porque genera motivaciones distintas y si se introduce en la clase debe ser para dar respuesta a todas ellas. Por eso, es importante mezclar juegos para que todo el alumnado participe”.
También se refirió a los efectos de satisfacción y placer que provoca en el aprendizaje. “Con el juego normalizamos el error porque nos permite mejorar y es una fuente continua de estímulos hacia la curiosidad y el afán de superación. Además, favorece la interiorización de pautas y normas de comportamiento social, clave en un buen clima de aula”. Como componente sustancial del juego, “el reto se convierte en una palabra fascinante en el contexto del proceso de aprendizaje al hacer aflorar sentimientos y emociones”, completó la ponente.
Gamificación
Entre preguntas y respuestas durante la sesión, García planteó un tema de su especialidad: la gamificación. Estableció las diferencias con el juego, percibido éste en su concepto más tradicional y creado para adaptar determinadas competencias, mientras la gamificación se trata de “experiencias más ambiciosas en el tiempo, de las que se desprende la articulación de retos progresivos en dificultad contados normalmente a través de una historia”. Ni mejor ni peor, ambos válidos para llevar al aula “según las expectativas que se persigan”, matizó la experta. “Y aunque no son herramientas mágicas, sí que se libera magia cuando tras utilizadas ves en los ojos de los alumnos ese sentir de estar aprendiendo”.
Para finalizar, la docente de UNIR ofreció algunos tips de cómo llevar el juego al aula. “Hay que hacerlo poco a poco y de forma sencilla. Piensen en qué juego les gusta, pero lo primero de todo es determinar qué objetivo de aprendizaje quieren desarrollar”. Dio por concluida su ponencia con un ejercicio lúdico donde participó nuevamente el público docente, a quien animó en el uso de narrativas y construcciones de historias, otorgando protagonismo a los alumnos.
Muchísimas gracias @UNIR_Ecuador y @UNIRuniversidad por dar voz al juego como motivador del aprendizaje en el alumnado. ??Un placer compartir inquietudes con la buena gente de Ecuador, ¡sin su entrega no hubiese sido posible la sesión! Gracias ? https://t.co/ErHtI16aZr
— Azahara G. Peralta (@AzaharaTIC) July 27, 2022
El docente en el país
Como colaborador del evento, el Ministerio de Educación del Ecuador también tuvo protagonismo dentro del ciclo de ponencias, en la figura de María Belén Palacios, subsecretaria del Desarrollo Profesional Educativo del organismo. En su exposición ‘La formación permanente como política pública’, ofreció estadísticas de la situación del sistema educativo fiscal ecuatoriano y abordó, desde el diagnóstico, el desafío de elevar el nivel del profesorado a través de un nuevo plan nacional de formación continuo que repercuta en los estudiantes.
De los 160.777 que forman la planta de docentes fiscales en el Ecuador, 2,33 % son bachilleres que no llegan al tercer nivel de titulación lo que, conforme a la ley actual, quedan desvinculados del magisterio nacional. “El reto es profesionalizar a este grupo de docentes y vincularlo a procesos formativos que les permita a corto y medio plazo obtener un título de tercer nivel”, señaló Palacios.
Para impulsar el cambio en los procesos de capacitación del docente, la funcionaria explicó cómo el Ministerio de Educación empezó por un sistema de evaluación basado en cuatro dimensiones: saber, saber ser, saber hacer y saber estar. “Los indicadores demostraron carencias de comprensión y en la aplicación de la disciplina para los aprendizajes, así como bajo rendimiento en especialidades como Matemáticas, Física e Historia. Esto nos hizo replantear un plan de formación permanente en relación con la política pública”.
Plan Nacional de Formación Permanente
La puesta en marcha de un Plan Nacional de Formación Permanente ha supuesto cinco fases, explica la subsecretaria del Ministerio. A través del diagnóstico y la reflexión se identificó el análisis de evaluaciones realizadas tanto a docentes en el desempeño de sus funciones, como a estudiantes en el rendimiento, y determinar sus falencias. “Se llegó a la conclusión que la oferta de formación no necesariamente respondía a las necesidades de los profesionales de la educación”, afirma.
Las siguientes fases se encaminaron por un lado hacia una planificación que permitiera el diseño de itinerarios formativos en diversas competencias de carácter didáctico, disciplinar y digital, entre otras; y por otro lado, a su ejecución posterior gracias a diversas herramientas, como la plataforma virtual Me capacito y 14 programas de formación que han posibilitado el acceso de hasta el 45,62% del total de la plantilla de docentes. Finalmente, la evaluación de todo el proceso está determinando retroalimentación del sistema de formación y mejoras para el 2023.
Objetivos
En la actualidad, las acciones del Ministerio tienden a desarrollar programas específicos que permitan “tener una ruta formativa contextualizada, construida por cada docente a partir de un autodiagnóstico y de identificar aquellas competencias que necesitan ser reforzadas”, señala Palacios. Otro punto esencial es “potenciar las capacidades de la ciudadanía y promover una educación innovadora, inclusiva y de calidad en todos los niveles”.
Estos objetivos se enmarcan en una agenda de desafíos, algunos ya avanzados desde el organismo público, sobre fortalecimiento de estándares educativos, campañas de concientización entre los docentes y nuevos procesos de evaluación periódica para éstos.
Aunque todo ello no será posible sin mantener una línea de diálogo continua con los docentes, para conocer sus necesidades cognitivas y expresivas. “Sobre todo, en un país donde más del 50% de las instituciones educativas están en zonas rurales y a sus profesores no se les puede pedir los mismos criterios como a los que están en las ciudades”, enfatiza Palacios para concluir.
