Arturo Yerovi es el ganador del Napolitan Victory Award, el galardón internacional más codiciado de la consultoría política que lo acredita como el mejor estratega del año. Aunque para este estudiante de la Maestría en Comunicación y Marketing Político su mayor satisfacción ha sido poner de relieve el nombre de Babahoyo.
Se diría que su rostro está siempre acompañado de una sonrisa amplia. Esa sonrisa que, forjada a base de esfuerzo en el camino acertado, conduce a los laureles del triunfo. Bien los conoce Arturo Yerovi Villalba, estudiante de la Maestría en Comunicación y Marketing Político en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), que recientemente ha sido reconocido como el mejor ‘Estratega del Año’ en los premios Napolitan Victory Awards 2023, concedido por la prestigiosa Washington Academy of Political Arts & Sciences. Algo así como ganar el Óscar de la consultoría política.
Los profesionales del sector le concedieron el galardón en la capital estadounidense, por dirigir el año pasado la campaña ‘Rescatemos Babahoyo’ para Gustavo Barquet, hoy alcalde de esta municipalidad. “El mayor orgullo es mi ciudad y quise destacarlo en mi discurso al recibir el premio. Aunque solo seamos 180.000 babahoyenses, tenemos mucho talento internacional que podemos sacar a la luz”, expresa en tono suave y firme a la vez, con el mismo que acostumbra a trasladar mensajes entusiastas y convincentes.
Claves de la victoria
Para su proyecto ganador recogió cronológicamente la actividad desarrollada en la campaña, “desde la primera reunión con el candidato hasta las piezas audiovisuales y las estrategias en ciberpolítica, ciberactivismo y aquellas aplicadas en marketing digital”, manifiesta Yerovi. Esta labor llegó al jurado de la Academia que reconoció un trabajo sobresaliente, entre otros notables de todo el mundo, y el cual empezó a cimentarse a partir de la figura del futuro nuevo alcalde.
“El eslogan ‘Rescatemos hoy’ mutaba porque era aplicado a muchas necesidades del momento: a rescatar las calles de la inseguridad; a rescatar la falta de obras; a rescatar la educación; e incluso a rescatar al ciudadano del abandono. Para ello fortalecimos la imagen del aspirante, a partir de un perfil físico poderoso y un discurso moderado que transmitieran sobriedad y confianza en los votantes, luego de haber realizado un benchmarking entre sus competidores”, relata con pasión el estudiante de UNIR, que lo es por partida doble, ya que hace un par de años también cursó la Maestría en Diseño Gráfico Digital.
Arturo Yerovi fue reconocido como el ‘Estratega del Año’.
Según Yerovi, la creación de una especie de arquetipo de héroe, además de incluir una eficaz iconografía de un “toro loco” en alusión al apelativo popular y cariñoso con el que era identificado el candidato, fue todo un acierto para generar la conexión con los ciudadanos. “El territorio dirige el escritorio, solíamos decir en mi equipo de campaña. Es decir, la investigación de lo que nos decía la gente indicaba nuestra hoja de ruta para saber qué hablar, por dónde ir y cómo actuar”, recuerda.
Influyente maestría
Aunque la política es para él un lugar común desde hace bastantes años, su aprendizaje con la Maestría de UNIR le ha aportado clarividencia y la perspectiva idónea para su trabajo actual como director de comunicación en la municipalidad de Babahoyo. Así, manifiesta que el posgrado le marca lineamientos muy puntuales y necesarios, para poder ejercer una dirección gubernamental y generar la comunicación ideal en el entorno institucional donde se mueve.
Yerovi, aprecia la metodología online UNIR como cercana, participativa y práctica. “Siempre me he sentido como en una clase presencial donde puedo consultar y cubrir mis demandas de alumno, en mi caso, puliendo conocimientos empíricos que tenía adquiridos y convertirlos en habilidades mucho más profesionales. Me hubiera encantado hacer esta maestría hace diez años”, remata. No obstante, le está sacando buen provecho ahora.
También para este propósito, dice que el apoyo del claustro de profesores supone una garantía. “No andan con ruedos, ni tampoco nos dicen algo que no necesitamos, muy al contrario, son objetivos y la calidad de su docencia es de altura”, subraya. Con ellos cuenta para profundizar más en el marketing y la comunicación política y seguir la senda de sus éxitos recientes.
Arturo Yerovi celebra su triunfo en Washington tras recoger el Napolitan Victory Award.
No duda en proclamar que para lograrlo se aprende más de los errores que de los aciertos: “Mi TFM aborda el caso real de un político que, en el top de su popularidad, al 70% de aprobación entre los ciudadanos, en poco tiempo se fue de picada al 20%”. En este trabajo de fin de maestría quiere analizar las líneas discursivas, las redes, la imagen personal, la comunicación gubernamental de esa fallida experiencia política y pueda servir de ejemplo.
Sabe que cuenta con herramientas digitales, “muy actualizadas”, y la versatilidad de la plataforma de UNIR para redondearlo, “así como con las pautas de la maestría para hacer las cosas de la manera correcta”, señala. Acaso es la ventaja de hacer un segundo posgrado con UNIR.
Futuro extraordinariamente incierto
Quién sabe si no hay dos sin tres y de la conversación casual con otro ministro, como ya ocurrió con la decisión de estudiar la Maestría en Comunicación y Marketing Político, surge la tentación y cae en ella una vez más este estudiante tan avezado como experimentado. Igualmente, afanado en trasladar los conocimientos que sigue acumulando a una generación de nuevos asesores políticos. “Doy clases gratis a emprendedores con bajos recursos para que aprendan marketing digital y el manejo de las redes”, afirma.
Más clara en su mente está la intención de crear una oficina de consultoría política y de marketing digital que atienda a clientes locales. Quizás vuelva a incursionar en la escritura, de la que salió bien parado con un relato corto y un premiado segundo puesto a nivel nacional.
A Arturo Yerovi Villalba las inquietudes le rondan, opciones parecen no faltarle y su crédito está avalado internacionalmente cual pasaporte útil para predecir su futuro, que es creándolo. Y eso es un lujo.
