Altos representantes del ámbito público y académico del Ecuador debatieron en dos mesas redondas del evento de UNIR: Futuro en Español sobre la innovación y el desarrollo de la Educación Superior en la sociedad digital.
Personalidades del más alto nivel público y académico ecuatorianas han abordado, junto a otros expertos internacionales, los retos de la universidad en la sociedad digital durante las XII Jornadas Futuro en Español, en las que la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha participado, además de impulsarlas junto con los organizadores, Grupo de Comunicación Vocento y Diario La Rioja,
La cita tuvo lugar en el Rectorado de UNIR en la Rioja, España, donde se desarrolló un ciclo de mesas redondas, en dos de las cuales tuvieron protagonismo los expertos ecuatorianos, junto a otros panelistas de Perú, Bolivia y España. Así, pudieron debatir sobre los desafíos y metas que tienen las universidades en la innovación, investigación y formación del capital humano en el entorno digital.
La primera mesa redonda de la jornada llevó el título ‘Autonomía y regulación de la enseñanza superior en la sociedad digital’, moderada por Rafael Puyol, presidente de UNIR, quien destacó “la importancia de la autonomía en los ámbitos financiero, académico, organizativo y de los recursos humanos como un principio fundamental e irrenunciable de cualquier Universidad”.
Rafael Puyol, presidente de UNIR.
La autonomía universitaria a debate
El primer panelista en intervenir fue Pablo Beltrán, presidente del Consejo de Educación Superior de Ecuador, que argumentó sobre los límites que a su parecer debe tener la autonomía, bajo la observación de la Ley Orgánica de Educación Superior. “Ser máxima autoridad ejecutiva de una universidad requiere capacidad de gestión. Si es deficiente en esta función lo acaba pagando todo el pueblo de ese país que financia la educación pública”.
Recordó que este problema en las instituciones educativas privadas “recae en la toma de decisiones y se solventa con cambio de directores, pero en la pública los efectos son mayores porque a través de los movimientos internos (legítimos) dentro de una universidad existe el peligro de enquistar el problema en el desvío de fondos hacia una gestión mal hecha, cuando podría derivarse a incrementar la docencia y la investigación”. La solución para garantizar la eficiencia pasaría por “respetar la diversidad del sistema educativo superior en concordancia con la autonomía”, afirmó.
Beltrán también abordó otros temas a propuesta del moderador, como el futuro de la enseñanza en línea. “Se impuso con la pandemia cuando ni alumnos ni profesores estaban preparados. La misma clase presencial se transformó en digital y se generó un clima de incertidumbre acerca de si el bien supuestamente derivado de la enseñanza cumplía su objetivo”.
Pablo Beltrán, presidente del Consejo de Educación Superior de Ecuador.
Ante este dilema, aboga “por un ente que asegure la calidad de ese conocimiento que se está formando en el estudiante. Para ello hay que poner de acuerdo a universidad, administración y, en última instancia, al sector empresarial como receptor de ese talento humano, evitando la hiperregulación que limite la autonomía”, concluyó.
Digitalización en el contexto social
Acto seguido, y a propósito de la rendición de cuentas de la actividad universitaria, Darwin Pereira, segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional de la República del Ecuador, retomó parte de lo expuesto por su compañero para reclamar del sistema algo más que títulos. ”No basta con tener el PHD, hay que exigir experiencia de gestión que comprometa con la universidad. Aunque en Ecuador pueda parecer una utopía, es vital la rendición de cuentas responsable”.
Respecto a la digitalización de las universidades, el asambleísta manifestó su convencimiento de la necesidad de tomar esa ruta, a pesar de las brechas digitales en el país, especialmente en zonas rurales. Hizo referencia a una legislación urgente para Ecuador y apeló al uso de metodologías específicas para la enseñanza en línea.
Pereira volvió a las necesidades, a las de una autonomía responsable de las universidades y su despolitización. También manifestó la importancia de la creatividad para obtener los recursos apropiados: “el impulso a la virtualidad necesita presupuestos”. Por último “sincerarnos y aprender de quienes tomaron el camino correcto, a través del hermanamiento internacional”, a como lo hacen en UNIR.
Darwin Pereira, segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional de la República del Ecuador.
De la mesa de diálogo y debate también participaron Shirley Chilet, vicerrectora Académica de la Universidad Nacional de Ingeniería (Perú), quien ofreció una visión clara sobre el camino que debe seguir la enseñanza superior en la sociedad digital; y Óscar Arnaldo Heredia, rector de la Universidad Mayor de San Andrés de Bolivia, que pidió “un cambio de mentalidad que nos haga palpar definitivamente si la clave del éxito está en lo digital”.
La Universidad en la Sociedad Digital
La última sesión del Foro antes de su clausura también tuvo relevante presencia de panelistas ecuatorianos, En la mesa redonda ‘Dimensión social de la Universidad en la Sociedad Digital’, Manuel Medina, miembro de la Asamblea Nacional de la República del Ecuador, mostró su orgullo de pertenecer a la etnia kichwa Saraguro, antes de reivindicar la sabiduría histórica de los pueblos indígenas y articular su exposición a partir de la diversidad.
“Los programas de estudio no pueden darse desde un sistema impuesto, sino que deben construirse desde abajo, desde la participación de la comunidad, de los padres de familia y del entorno colectivo. La propuesta debe ser promover un sistema de educación intercultural, donde exista una combinación con la ciencia y los avances de los conocimientos universales, sin descartar lo nuestro”, explicó Medina.
El asambleísta habló de la calidad de las universidades como requisito ineludible donde se incluya la innovación. Para conseguirlo “el Estado debe hacer políticas públicas y asignación de recursos para procesos inclusivos de participación en la formación de los más vulnerables”. En contraposición a las universidades “garaje” resaltó el beneficio que supone la revisión del sistema de admisión a la Educación Superior a través de un proceso de evaluación a cargo de Senescyt.
Manuel Medina, miembro de la Asamblea Nacional de la República del Ecuador.
Preparados para innovar e investigar
Por último, Francisco Morán, rector de la Universidad de Guayaquil, reclamó transferencia de saberes acumulados a la sociedad y aparcar conflictos de intereses generados por el individualismo. “Existe una obligación de replantear la vinculación de la universidad con la sociedad. No puede ser que salgan estudiantes de ella pensando que el conocimiento les pertenece. La información debe estar al servició de la sociedad”, sentenció.
La Inteligencia Artificial, “capaz de hacer una tesis y desvelar aspectos de tu personalidad”, dio pie a Morán para enlazar con la vocación docente y su disposición ante los avances tecnológicos. “Estamos preparados. La pandemia propició la adaptación al medio online, a formarnos con sus herramientas e innovar para trasladar las clases a la virtualidad”, si bien reconoce, “sin la metodología que para tal cometido se requiere”.
No obstante, para darle continuidad a ese afán por la innovación y la investigación en la universidad pública “hay que pedirle al Estado presupuesto. El problema es que la inversión en investigación muchas veces es difícil de justificar, y se corre el riesgo de que por eso te destituyan”. A pesar de este intangible “hay que pensar en positivo”, acabó por decir.
Otros panelistas que compartieron reflexiones en la mesa fueron Isabel Diez Vial, vicerrectora de Desarrollo e Impacto Económico y Social de UNIR, que insistió en el rigor académico y en la acreditación de las titulaciones de su universidad; y Henry Gustavo Polanco, vicerrector de Investigación de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (Perú).
Francisco Morán, rector de la Universidad de Guayaquil.
El moderador de la sesión, Manuel Herrera, director Académico de Relaciones Internacionales de UNIR, habló de las universidades de ayer, hoy y mañana, y cómo seguirán siendo un instrumento clave para el desarrollo económico, social y cultural de los territorios en las que están insertados.
La presencia de personalidades públicas y académicas ecuatorianas convocados en la XII Jornadas Futuro en Español se debió a la invitación realizada por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Con la misma intención, la institución educativa acogió en su Rectorado a académicos de universidades de Perú, Guatemala, Bolivia y Colombia.
