Elías Said, director de la Maestría en Educación Inclusiva e Intercultural de UNIR Ecuador, repasa el contexto actual y los retos futuros del país en torno a la aplicación del nuevo reglamento de la Ley Orgánica de Educación Intercultural.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, expidió en febrero el nuevo reglamento de la Ley Orgánica de Educación Intercultural, en cuyo preámbulo y articulado se reconoce el derecho a que la educación garantice el desarrollo holístico de todos los ecuatorianos y atienda a la diversidad sociocultural de todos ellos.
Elías Said afirma que la norma expone para ello la importancia de desarrollar, fortalecer y potenciar el sistema educativo y a su personal a cargo mediante metodologías de enseñanza y aprendizaje en consonancia con estos objetivos. La Maestría en Educación Inclusiva e Intercultural de UNIR Ecuador ofrece formación a estudiantes y a profesionales del sector educativo en contextos formales y no formales de enseñanza, contenidos clave, entre otros, en la inspiración de la nueva ley.
Said subraya al respecto que uno de los principios rectores sobre los que se asienta la ley es la necesidad que presenta el sistema educativo ecuatoriano de reconocer la diversidad cultural de sus estudiantes para garantizar la calidad de la enseñanza y la acción pedagógica de sus profesionales.
“Desde la nueva Constitución de 2008, resulta lógico pensar que todo el entramado normativo del país debe velar por dicho principio a través de sus diferentes leyes y reglamentos. La Ley de Educación Intercultural es un marco donde se debe diseñar toda la política pública educativa del país”, afirma.
Cuestión de autonomía
Las instituciones educativas deben funcionar como garantes de la protección integral de sus estudiantes, y han de atenderse también los diferentes rasgos de diversidad inherentes a ellos. Para lograrlo, los centros pueden y deben ser más autónomos, según Said.
Los principios de esta ley tienen todo el sentido, pero para su aplicación práctica es vital que los centros cuenten con una infraestructura y con profesionales capaces de afrontar el fondo de la misma ley, desde el punto de vista del Derecho, a través de la educación inclusiva e intercultural.
El país andino necesita entonces, insiste Said, formar a sus profesionales (profesores y maestros, entre otros) en las competencias referidas y en la capacidad de diseñar y aplicar estrategias y acciones inclusivas e interculturales, así como procesos de mediación. “En UNIR hacemos precisamente eso desde 2018”, destaca Said.
El director de esta maestría de UNIR Ecuador recuerda que el objetivo último de la Educación Inclusiva es proporcionar un marco a docentes, estudiantes y agentes educativos para que aseguren institucional y educativamente que la diversidad sea entendida como un recurso para mejorar a la sociedad.
Realidad educativa actual en Ecuador
“Por tanto, uno de los principales retos nacionales es garantizar la implementación del marco normativo vigente, donde la voluntad política, así como los modelos y estrategias educativas más inclusivas, se adecúen a las necesidades del país”, recalca el experto.
Said considera que esto va más allá de las medidas normativas aplicadas, reconocidas en el país hasta por instituciones internacionales como la UNESCO, porque implica a los mecanismos de aplicación de la propia ley.
Unos mecanismos que la Administración debe impulsar, por supuesto, pero que requieren del apoyo de otro tipo de instituciones. “En nuestro caso, el de UNIR, estamos centrados en la formación de los profesionales de la educación”, añade.
En UNIR Ecuador estamos centrados en la formación de los profesionales de la educación
Pero más allá de la aplicación de esta nueva ley, Elías Said advierte de que en el escenario ecuatoriano todavía se observan problemas sensibles como la tasa bruta de matrículas en la enseñanza primaria o el nivel de desigualdad que, por ejemplo, se aprecia entre la población indígena y el resto de los ciudadanos.
Aunque, por otro lado, también reconoce que ha habido innegables avances en Ecuador, como en materia normativa, en la ampliación de la cobertura educativa en el medio rural, sobre todo en Educación Secundaria, y en los mejores resultados que se obtienen desde hace años en las pruebas de calidad de los estudiantes.
La Maestría en Inclusividad e Interculturalidad de UNIR plantea a sus estudiantes casos prácticos de implementación de proyectos de convivencia intercultural, herramientas digitales imprescindibles en el área y un plan de estudios que incluye, entre otras materias, proyectos de innovación curricular, estrategias de mediación o contenidos y materiales didácticos con los que profundizar en la diversidad humana y social. Competencias todas ellas que contribuyen a mejorar el futuro educativo en Ecuador.
