Carlos Silva Koppel, psicoanalista guayaquileño y UNIR Alumni del Máster en Intervención Social en las Sociedades del Conocimiento publicó dos libros en medio de la crisis desatada por la Covid-19.
Carlos es un joven poco convencional. Cuando tuvo que decidir entre el camino de la Psicología y el Psicoanálisis, tomó la segunda vía sin dudarlo. Se autodescribe como una persona austera e inacabada. En su opinión, su formación está incompleta, pues su filosofía es prepararse día a día y nunca dejar de aprender.
Nació en Guayaquil, en donde ejerce actualmente como psicoanalista. Esta ciudad es una de las más golpeadas de Latinoamérica por la pandemia del COVID-19. Por este motivo, actualmente trata vía online a pacientes con coronavirus, con familiares enfermos y a personas que enfrentan el duelo.
Silva Koppel explica que cada caso que atiende es más difícil que el anterior. Pero es su trabajo y lo seguirá haciendo a través del Psicoanálisis. Para él, esta disciplina no está muy lejos de nuestro lenguaje cotidiano, ni se trata además de un mero ejercicio intelectual, sino de algo muy afectivo que se acontece en la sesión con el psicoanalista, dando como resultado un recorrido lingüístico de los propios actos y las palabras.
Pero el Psicoanálisis no es su única pasión. Carlos comparte su entusiasmo con la Sociología y la escritura. Con ambas disciplinas va estrechando lazos cada vez más fuertes.
Uno de sus tantos sueños era estudiar Sociología. Como no lo hizo durante sus primeros estudios en la universidad, se decidió por realizar una Maestría en esa área. Cursó el Máster en Intervención Social en las Sociedades del Conocimiento en UNIR. Esta formación lo inspiró a escribir uno de sus libros, ‘Un agujero en la ciencia social’, que fue lanzado en Amazon hace pocos días.
Esta es una obra de crítica de estudios sociales o de la ciencia social. Incluye una serie de escritos que abordan o que al menos intentan hacer un debate con autores de la Sociología clásica, unos no tan clásicos y otros actuales. Al final del libro se encuentra un estudio sobre la cultura del guayaquileño basado en su uso del transporte público.
El libro, que duró dos años de investigación, no solo es para un público especializado o académico. “Intenté en lo posible hacerlo difusivo, sin perder la rigurosidad académica, la rigurosidad intelectual”, afirma. Pero esta no es su única obra, Carlos lanzó al mismo tiempo un libro de cuentos y poemas llamado ‘Memorias de los casi (re) cuerdos’.
El autor tenía esta obra reposando por mucho tiempo, y finalmente salió a la luz. Estos cuentos y poemas son un testimonio de un psicoanálisis propio por el que cursó el joven. En esta obra se podrá encontrar también algo de locura, algo de amor, y una narración que suena a una crónica urbana de la realidad guayaquileña. Esa realidad, que por ahora se ha perdido debido a la pandemia que azota a la ciudad.
Ambas obras se encuentran disponibles en Amazon, en formato online y físico y ya han llegado a España, Estados Unidos y Alemania.
Carlos y el Psicoanálisis
¿Cómo llegó esta disciplina a su vida? Cuando estaba cursando su carrera universitaria en Psicología, tuvo una clase sobre la teoría del Psicoanálisis y enseguida quedó prendado de esta disciplina. Desde ese momento empezó su búsqueda de grupos de psicoanalistas en Guayaquil. Así fue como encontró a la Nueva Escuela Lacaniana, un grupo de personas que estudian las teorías del psiquiatra francés, Jacques Lacan. Permaneció junto a ellos alrededor de 9 años.
Mientras cursaba su carrera de pregrado, Carlos se convirtió en un estudioso del Psicoanálisis. Desde el 2016, seis años después de su graduación empezó a ejercer su actividad como psicoanalista. En el Ecuador existe un número pequeño de personas que practican esta disciplina. Actualmente forma parte de un grupo llamado Apertura Para Otro Lacan (OPAL) que se encuentra en Buenos Aires, Argentina.
El Psicoanálisis se ha convertido para el escritor en una forma de ver y entender la vida. Además, ha sido de gran utilidad para ayudar a sus pacientes a sobrellevar la situación actual que vive la humanidad.
Para Carlos este es un momento de gran reflexión.
Debemos preguntarnos si lo que llevábamos antes de esta pandemia en realidad era vida. Pasábamos ocupados, distraídos y estresados, tal vez es tiempo de reordenar nuestra vida y valorar las cosas importantes de nuestro alrededor.
